¿Habrá habido catarsis en Pamplona?

Victoria balsámica y que pudiera ser el cabo de una catarsis para poner las cosas en su sitio. A pesar de las ausencias no parecía lógica la andadura del Betis y ha sido Pamplona el lugar donde la vida ha vuelto a sonreírle. Ha sido a través de un partido vibrante en el que el equipo de Pellegrini trufó el buen fútbol con una gran capacidad de sufrimiento y con el punto negro de su poca solvencia en las batallas aéreas, que abundaron en El Sadar.

Tuvo un arranque electrizante este Betis que Pellegrini compuso optando por un 4-4-2 que nunca tuvo efecto en el tiempo del chileno como gran jefe de la causa verde, blanca y verde. Con Bakambu y Roque en punta, la defensa rojilla tardó en enterarse de qué iba aquello. Una combinación modélica entre Fornals y Ruibal acabó en las redes navarras en toque sutil de Roque. Aquello acababa de empezar y el Betis se mostraba dueño y señor de la contienda.

Demasiada humillación para un Osasuna que se deja todo su sudor en cada partido y apelando a los centros al área fue como intentó voltear el marcador. Pero el Betis le mostraba que no era bueno dejarse mucho campo a las espaldas y las ocasiones se suceden para que Herrera haga el paradón de la tarde a tiro de Bellerín. Y al descanso no ha habido cambios en el juego y tampoco en el marcador, pero preocupa que a Roque lo hayan asistido de un posible problema muscular.

Sale Chimy Ávila por el brasileño, empata Torró en una indecisión defensiva y quema las naves Pellegrini mandando a la lucha a Abde, Mateo y Losada para que al momento haga Chimy el gol del triunfo. Resta una eternidad, pues el partido se irá a los 102 minutos en los que se registra la expulsión de Natan y el triunfo del Real Betis Balompié en tarde de grandes ausencias y en un campo inexpugnable hasta su llegada. Victoria balsámica con pregunta incluida. ¿Catarsis en Pamplona?