Pedro M. Espinosa

Un equipo y 23 selecciones

A bote pronto

03 de julio 2024 - 03:08

Decía Mourinho que para ser un buen equipo, antes hay que ser un equipo. España lo es. Superado el ecuador de la competición, el conjunto de Luis de la Fuente ha demostrado una fiabilidad que recuerda a los años gloriosos. Entre otras cosas porque, además del talento, el descaro y el desborde de Nico Williams y Lamine Yamal, ha vuelto a juntar en la sala de máquinas a dos tipos que saben de lo que va el negocio: Rodri y Fabián. Cuando se recuerda a la España del Mundial y la Eurocopa de 2012 se habla sistemáticamente de Xavi (para mí el mejor futbolista español de la historia) e Iniesta, pero aquel equipo tenía por detrás de los barcelonistas a Busquets y Xabi Alonso. La seguridad defensiva fue trascendental en la consecución de la Copa del Mundo, en la que no encajó ni un solo gol en las eliminatorias directas. Rodri es, posiblemente, el mejor 5 del mundo actualmente. Ante Georgia lo demostró. Su carácter incluso le hizo recetar un lexatín a sus compañeros cuando vivían al borde del ataque de nervios. Encima, la pareja pretoriana del seleccionador tiene gol y ambos aceptan su cambio de rol con naturalidad. Pueden hacer de camarero o de emperador sin que se le cambie el rictus. Y eso, de cara a lo que viene, es oro molido.

España es un equipo. No es un combinado de jugadores. Ahí ya empezamos a sumar. Por si fuera poco, a veces parece que va con una marcha más. Es una escuadra afilada, rápida, que ataca como una manada cuando huele la sangre y que recuerda más a la España bullanguera de 2008 con Luis Aragonés que a la más académica de Sudáfrica.

El rival del viernes es temible. No sólo por nombres e historia, sino porque juega en casa, y eso, en este tipo de torneos, tiene su peso. Alemania es otra de las selecciones que, en ocasiones, parece un equipo. Pero España es mejor. Otro que puede amargar la vida a cualquiera es Suiza. Y si no que se lo digan a los italianos.

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