La emoción por una cita prodigiosa

03 de enero 2025 - 03:07

Cuando en la interrupción de Danubio azul, el director Ricardo Muti deseó paz, fraternidad y amor en todo el mundo, el anual acontecimiento que se celebra en la Ópera de Viena volvía a la normalidad. Es el Concierto de Año Nuevo en la capital austriaca alfa y omega de este tiempo de fastos sin solución de continuidad. Cuando entonces, las pruebas de esquí, el torneo de Navidad del Real Madrid y este prodigio musical que se da en Viena formaban el trípode para el ocio navideño y con el paso del tiempo un servidor se queda sólo con esto último. Y cada año le embarga la emoción cuando la vibrante Marcha Radetzky cierra el concierto como en un punto y seguido a un año visto. Y en esta edición, la gestualidad del napolitano Ricardo Muti puso su personalísima guinda para un acontecimiento inolvidable, único.

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