Tribuna Económica
José Ignacio Castillo Manzano
Las Tres Gracias del presupuesto andaluz y Séneca
Siempre la miré en la distancia, que aunque teníamos muchos amigos comunes, jamás crucé una palabra con ella. Mejor así, que los ídolos pierden intensidad según se van acortando las distancias. Al cabo del tiempo, a Manuela Carrasco la vi el otro día en ese espectáculo que monta cada sábado Manu Sánchez en Canal Sur y me embelesó viéndola espléndida en su regateo al paso del tiempo. Con la fuerza en los tacones de Carmen Amaya o Lola Flores, los que vieron a Pastora afirman que levanta los brazos con ese empaque. Y hay que decir sin temor a la exageración que Manuela es una giganta de bronce encima del escenario dando la impresión de que aún acaricia el cielo con las manos. Cuando la veía en Los Gallos hace una vida, Manuela me parecía fascinante y la otra noche me quité muchos lustros de encima.
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