Diez años de una decisión inconcebible

Parecía grabada a fuego en el calendario lúdico de una ciudad tan dada a eventos de ese tenor. La Velá que la hermandad de la Macarena dedicaba a una de sus titulares, la Virgen del Rosario, llevaba dos lustros largos celebrándose con brillantez y a pesar de que el tiempo solía gastarle malas pasadas. La Junta que lideraba Juan Ruiz Cárdenas la propulsó y fue subiendo enteros año tras año a pesar de sufrir decisiones tan incomprensibles como el desahucio de la explanada del Parlamento. De allí, a la sombra de la Torre de los Perdigones, donde parecía haber encontrado su hábitat natural. Pero los vientos viraron junto al Arco y lo cierto es que ese viento rompió en vendaval para llevarse por delante hace diez años una fiesta que generó buenos recursos para ese alivio de penas tan habitual en la Macarena.