Cada día, una gota más que colma el vaso

Como venimos sufriendo desde que el actual mandarinato tomó la Moncloa, la estrategia consiste en crear un problema que mande al olvido el de ayer. Táctica que siempre fue de patas cortas, pero que en la situación actual se va eternizando hasta no tener ni zorra idea de cuándo se acabará. Parece mentira que un pueblo como éste no pase del rol de la estupefacción y continúe mirando un espectáculo deleznable. Lo penúltimo fue la barrabasada de la vicepresidenta segunda del Gobierno, la trianera María Jesús, abominando de la presunción de inocencia y criticando al ropón que lo ha utilizado para dejar a Dani Alves libre de cargos. Y la incógnita es la de qué escándalo verá la luz hoy para mandar al olvido el de la vicepresidenta. Mientras, el pueblo mira absorto viendo cómo hay quien jalea los despropósitos.