Desperdiciada la ocasión de sentenciar

Debió el Betis dejar en trámite la cita del Jueves Santo en Polonia, pero no lo consiguió. Un segundo tiempo dilapidado entre vicegoles y falta de puntería hizo que aunque haya dado un paso hacia semifinales, la verdad es que la eliminatoria no está resuelta. Una pena, pues en este calendario diabólico tener la ocasión de sestear siempre es aconsejable y verdaderamente, los polacos estarán acariciando la posibilidad de pasar.

Fue un monólogo bético lo que dio de sí esta ida de cuartos, pues a la voz de Isco y con la ayudantía de un buen Fornals, el balón era del Betis. En las bandas percutían con verticalidad Jesús y Antony para que un gran pase de Fornals lo aprovechara Bakambu con jerarquía. Todo se jugaba en campo polaco, la diferencia entrambos era notoria y Jesús ponía el segundo gol en el descuento, presumiéndose una segunda parte de claro color verdiblanco y así fue, pero...

Tras el descanso era una edición corregida y aumentada con Jesús en estado de gracia. El alcalareño desarbolaba a babor a la defensa polaca, mandaba un tiro al palo y llegaba la mala noticia de que pedía el cambio. Y si ya en el descanso, Pellegrini había suplido a Isco por Lo Celso, a la hora de juego entraba Ruibal por Jesús. Y el partido siguió siendo un soliloquio, pero ya no era lo mismo, Natan cabeceaba y se iba al palo, otra vez al palo, y el juego siguió, pero no era lo mismo.

De rozar la goleada a ir a la vuelta con sólo dos goles de ventaja hay una considerable diferencia. Ocasiones para un tanteo de escándalo y los polacos se van de Sevilla con la sensación de que es posible la remontada. Y así las cosas, la realidad de que el Betis se ha convertido en un equipazo, pero que perdió una ocasión clarísima de resolver en el primer asalto. Lo peor de todo fue la lesión de Jesús y que Isco parece demasiado tocado cuando el calendario se aprieta, pero bueno...