El derbi ya se tiñe del verde de la yerba

26 de marzo 2025 - 03:07

Alto el fuego y hasta la próxima, que llegará cuando menos se espere. Por vía telefónica, Ángel Haro reiteró la invitación a su homólogo sevillista y éste aceptó ocupar plaza en el palco presidencial del Villamarín, como tiene que ser. Ni siquiera los palos en candela de cierto personal ajeno a la obra ha impedido que se fume la pipa de la paz, una pipa que no sabemos cuánta carga combustible lleva en su cazoleta.

Y tras esta buena nueva, mirar a la yerba es lo único que importa en estas calendas de prederbi. También convendría que tuviese efecto la bonanza mediática dejando de darle cancha a los que no saben vivir en la paz. Gran noticia la entente presidencial a la vez que momentáneo carpetazo a esos desencuentros que bien pueden estar ubicados en esa patraña del otro fútbol. Y gran noticia también que aquella cacareada tragantá de Monchi a Isco fuese sólo un bulo más.

Se ha hecho la paz, conque punto y aparte, con el único objetivo de que cuanto ocurra en la cancha sea noticioso. Todo se fía ya al Betis-Sevilla del domingo en Heliópolis según den las nueve en todos los relojes de la ciudad. Únicamente proceden ya las cábalas, la especulación sobre las alineaciones y el afrontar esta cuenta atrás sin malos rollos, deseando lo peor para el rival, pero sólo de cuanto pase en el verde que te quiero verde, sin que influya para nada el derbi de la calle.

Amanece miércoles, se acelera la cuenta atrás, los minutos parecen horas y los pulsos van desbocándose en progresión geométrica, pero con el carpetazo al conflicto institucional vuelve esa normalidad que no pasa de desearle lo peor al vecino. Además ya no procede el juicio, siempre parcial, de ver quién tuvo la culpa. Asunto zanjado, quedan cinco días para el encuentro entre las únicas devociones futboleras que viven en esta ciudad. ¿Lukébakio, Isco? He ahí la cuestión.

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