Delicioso rito anual en el Baratillo

Pocos son los actos que gozan de la intimidad que se vive en la capilla del Baratillo. Sus medidas son ideales para la intimidad y bien que se nota cada año por estas fechas. Rogelio Trifón y Pedro Dormido decidieron hace un decenio darle una vuelta al concepto con miras a elevar su tirón de asistencia. Y bien que lograron su propósito, ya que en esa misa por los toreros fallecidos en el año, el intimismo se pone en peligro por cómo ha aumentado su asistencia. Se abarrota la capilla de Adriano al conjuro de la acción de gracias por el fin de temporada al alimón con el recordatorio a los taurinos fallecidos. Sin embargo, ese intimismo baratillero no sufre merma alguna y anoche con la Virgen de la Caridad en besamanos, la capilla se convirtió en delicioso cuartito de cabales en el que eran todos los que estaban.