
El Poliedro
Tacho Rufino
Gente privada de internet
La ventana
Está claro como el agua clara que la Macarena no es la que ha salido de la sesera del eximio Luis Gordillo, pero eso no quiere decir que haya que cargar contra el autor. El autor ha sido fiel a sí mismo y el punto de mira ha de enfocarse en otra dirección a la hora de la crítica. El arte contemporáneo o de vanguardia va por un carril muy distinto al de celebraciones como la Semana Santa, que no entiende de nuevas olas artísticas. La Semana Santa es como la rosa que Juan Ramón preservaba bajo la justificación de que es como es y no procede tocarla. La Semana Santa y el vanguardismo son como el aceite y el agua, que mientras más se intenta unir más se separan. Quiere decirse con esto que Luis Gordillo debe quedar al margen de toda crítica y apuntar al bienintencionado que se equivocó eligiendo el artista.
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