La ventana
Luis Carlos Peris
Cincuenta años después, más madera
Mal que bien ahí andamos superando la cuesta como podemos y comprobando por enésima vez cómo nos manipula el trilerismo gobernante. Nunca podíamos pensar tras haber salido de la larga noche de la dictadura que volveríamos a soportar otra situación parecida. Con la dichosa cuesta pasándonos la factura de nuestros excesos navideños intentan endosarnos otro invento con cara de Frankenstein como es el batiburrillo de decretos en el que se mezclan churras con merinas con un desparpajo considerable. Como si la cuesta no estuviese plagada de dificultades cae sobre nuestras cabezas el castigo de la involución de las pensiones y del transporte público. Cómo íbamos a pensar que llegaría el momento en que un dictador políglota y con corbata nos manejaría en una intentona claramente dictatorial.
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