La ventana
Luis Carlos Peris
Abundando en el cambio horario
Tribuna Económica
Asistimos a un tsunami de fusiones bancarias. Según el Banco Central Europeo (BCE) ve para el tamaño del mercado español tres o cuatro grandes bancos, con un balance entre los 300.000 y 400.000 millones de euros, serían suficientes. La razón de la falta de competitividad de la banca española es la baja rentabilidad por los bajos tipos de interés. Lo grave es que este escenario de tipos de interés próximos a cero podría prolongarse durante años. Existen otras causas históricas de la baja rentabilidad: la extensa red de oficinas, la insuficiente innovación tecnológica y un modelo de negocio que no se ha adaptado totalmente a los nuevos tiempos.
El BCE tiene un doble lenguaje, por una parte afirma que no quiere ni obstaculizar ni incentivar las fusiones bancarias. Aclara que existen otras vías, además del tamaño, para rentabilizar los bancos a través de la reducción de costes, la optimización de redes, la diversificación de productos etc. Pero la realidad es otra. El BCE ejerce una gran presión, con la ayuda indirecta de la regulación y la inspección. Una sugerencia del BCE o del Banco de España puede llegar a ser una orden para un banco pequeño en dificultades. La gran ventaja que tienen las fusiones en comparación con otras estrategias es la generación de sinergias: sinergias de costes y de mercados. Por otra parte, las fusiones son compatibles con otras estrategias de competitividad. La fusión es la gran oportunidad para implementar estrategias innovadoras y rupturistas.
Las fusiones no son la panacea. El 70% de las fusiones fracasan. En las dos últimas crisis hemos visto grandes bancos globales entrar en crisis. No deja de sorprender que una de las principales lecciones de la crisis financiera de 2008 "ningún banco debe de ser tan grande como para no poder dejarlo caer" se haya transformado en el nuevo paradigma "cuanto más grande es un banco, más competitivo es".
La relación tamaño-competitividad es relativa. Para para ser competitivos a escala global se necesitan grandes bancos. Para dominar un mercado local o un nicho de mercado no se necesita un gran tamaño, sino especialización. Un ejemplo de banco rentable , pequeño y especializado es Bankinter. Las cajas rurales son otro ejemplo. El tamaño no lo es todo. El BCE está obsesionado por la fortaleza, solvencia, y estabilidad del sistema bancario. Pero éste objetivo debe ser compatible con la máxima competencia, con el crecimiento inclusivo, con la reducción de las desigualdades y con el incremento del bienestar.
Sí se consuman todas las fusiones que hoy están en las mesas de los consejos de administración, los tres grandes bancos resultantes dominarían el 75% del mercado. En este posible escenario la competencia, la elección de los ciudadanos, la calidad y el coste de los servicios se verían mermados. Más de 4000 pequeños municipios carecen de oficina bancaria, las fusiones acelerarán la exclusión financiera y la desigualdad territorial. De los 300.000 empleos de la banca en 2008 se han destruido casi 100.000. Son rasgos de la cara oscura de las fusiones que conviene examinar. No estoy en contra de las fusiones, son necesarias, pero no a cualquier precio y no sin antes contemplar otras alternativas.
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