Cara y cruz de estos diluvios

Nunca llueve a gusto de todos y en esta ocasión se hace más fiable la cosa, pues este despiadado régimen de lluvias está dando demasiados pares y nones. La indudable regeneración de la tierra, sedienta que estaba tras una larga sequía, encuentra el contrapunto de los estragos que dicha avalancha está causando en la mayoría de los cultivos. Si ya de por sí, el sector andaba tocándose la ropa por la amenaza arancelaria de Trump, el continuo chaparrón que nos empapa está rematando una faena dramática. Konrad, Laurence y Martinho se han convertido en una terna dramática que tuvo su antecedente más trágico en aquella dana que destruyó Valencia. Paralelamente, estas lluvias están jugando en contra de la reaparición de Morante, aunque también podría ser que no haya mal que por bien no venga.