El calendario y las lesiones

Terrible plaga de lesiones en futbolistas de alto standing y los expertos lo achacan a la cantidad de partidos que llenan los calendarios. Sí, los calendarios en plural y que parecen hechos de un material elástico por el que se alargan a discreción, nunca se acortan, que la pela es la pela y hay que avituallar no sólo a los futbolistas sino a la enorme cantidad de bocas que se alimentan del dinero que generan los futbolistas.

Porque resulta que el dinero que se mueve en el fútbol está generado por la calidad del espectáculo y está claro que los artistas de este circo son los que varias veces a la semana evitan y marcan goles. El gol es la veta donde se encuentra el atractivo mineral que se hace dinero de forma caudalosa y no siempre para quien lo genera. Demasiada voracidad en los aledaños del fútbol como para que una profesión de mucho futuro sea la de integrante de una dirección deportiva.

Las direcciones deportivas están plagadas de personal y los calendarios van tomando cuerpo hasta llegar a la desmesura que hoy reina. De ahí, de esa desmesura, parte la causa principal para tanto cruzado roto, tanto menisco deshilachado y tanto hueso fracturado. Dicen que también las botas entran de lleno en el apartado de las casualidades, sobre todo por lo poco que protegen y por lo mucho que se adhieren a la pista de juego, pero en primer lugar, el calendario.

Es como predicar en el desierto, ya que lo más probable es que a los modelos continentales de Champions y sus hermanos menores, Liga Europa y Conference, le hagan alguna modificación no muy tarde. Los gastos se disparan y hay que nutrir de leche las ubres de esa hermosa vaca llamada fútbol. Mientras tanto, los futbolistas han empezado a levantar la voz protestando por la cantidad de partidos programados, pero sus soldadas no se sostienen con menos trabajo, o sea...