La ventana
Luis Carlos Peris
La Navidad como pata de un trípode
La salud es lo que importa
La profesión farmacéutica está experimentando cambios acelerados. Este profesional en las últimas décadas ha pasado de tener un papel pasivo, como es dispensar medicamentos, a tener uno activo. Se le han atribuido una larga lista de nuevas funciones como el seguimiento de los tratamientos, el fomento de la adherencia, la detección precoz de enfermedades, la farmacovigilancia, es decir, un amplio abanico de actividades. Para conocer más de cerca cuál es el panorama actual que viven hoy los boticarios acuden a ¿Qué me pasa doctor? Cristina Tiemblo y Ana López-Casero, Contadora y Tesorera respectivamente del Consejo General de Farmacéuticos, institución que preside y marca sus líneas de actuación Jesús Aguilar.
Hay que recordar que en España en la actualidad hay más de setenta y dos mil farmacéuticos colegiados, de los que más de un 70% son mujeres, que ofrecen asistencia sanitaria a la población desde diferentes ámbitos de actuación. De ellos, cerca de 50.000 desarrollan su labor profesional en alguna de las más de 22.000 oficinas de farmacia.
Además de la farmacia comunitaria, otras modalidades muy elegidas son dermofarmacia, alimentación y ortopedia. Y también existen otros muchos ámbitos en los que trabajan estos profesionales de la salud: análisis clínicos, investigación, farmacia hospitalaria, industria, distribución farmacéuticas y docencia. El farmacéutico cumple un rol específico e insustituible dentro del equipo sanitario, papel que se ha ido reforzando con el paso de los años.
Me comenta Raquel Martínez, secretaria general del CGCOF la esencia de la profesión farmacéutica y qué retos tiene por delante ante una sociedad cada vez más formada, informada y digitalizada. "Tenemos 800 años de historia y ahora mismo también estamos con los ciudadanos creciendo con ellos. Educamos sanitariamente. Somos la primera puerta de entrada de la sanidad y ayudamos al ciudadano a que pueda utilizar sus medicamentos de una manera adecuada", afirma Martínez.
Para la experta uno de los retos es seguir caminando como lo han hecho durante estos años junto con los ciudadanos dándoles lo que ellos realmente necesitan en su día a día, sobre todo, en lo que se refiere al medicamento, ya que el boticario es el experto en farmacología. "Una de nuestras funciones es ayudar a realizar un mejor uso de la medicación, de los tratamientos, ya que realizamos tareas como la educación sanitaria, promoción de la salud y prevención de la enfermedad", señala la secretaria del CGCOF. Y añade que "lo que queremos es que el ciudadano dure o tenga una calidad de vida durante más años posibles, es decir, que cronifique o que enferme más tarde y en toda esa tarea vamos a seguir a su lado. La estrategia es clara: somos asistenciales, somos sociales y somos digitales. Y en esa línea seguiremos trabajando para darle lo mejor a nuestros ciudadanos". En definitiva, el farmacéutico desempeña un papel fundamental como aliado de los pacientes y del resto de profesionales sanitarios. Su trabajo contribuye a la salud de los ciudadanos y a la sostenibilidad del sistema sanitario. Seguro.
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