Borja y Saúl, dos gallos de pelea

Decíamos ayer que de lo que fue Bilbao en el curso de la temporada sólo quedaba el toro y que había pasado a un simple recuerdo el aspecto de la plaza y de sus ocupantes. Me reafirmo tras haber comprobado la mínima asistencia y cómo va la gente a la plaza, tan informalmente vestida. Pero no sólo la magnitud del toro es lo que queda, pues también surge la torería, el compromiso y el valor del torero. Y así es cómo Borja Jiménez, ese nuevo orgullo de Espartinas, se comportó sobre la negra arena del Bocho. Tras haber conquistado Madrid y Sevilla, a Borja le quedaba convencer a Bilbao y bien que lo logró. Qué buen torero es Borja, qué pronto va a estar en el puente de mando del toreo y junto a él ya está pidiendo sitio el malagueño Saúl Jiménez Fortes, tan maltratado por el sistema. Qué dos gallos de pelea.