Visto y Oído
SoniaSonia
Llega el dentista a Heliópolis a la hora de la sobremesa, que de esa forma calificó al Barça en un rapto de ingenio Joaquín Caparrós. No es una visita al dentista, sino la recepción de un sacamuelas que no pierde en Heliópolis desde marzo de 2008, una eternidad en este acelerado mundo del fútbol. Es el Fútbol Club Barcelona el que llega con todos los aperos odontológicos tras haber pasado por una racha en la que notó la falta de Lamine.
Y en Heliópolis aguarda un anfitrión deseoso de superar un tiempo de horas bajas que se inició en Valencia y que tuvo su pico más proceloso en el turno copero del miércoles. Y así como en el Camp Nou ha recitado este Betis alguna que otra exhibición, el Villamarín se ha convertido en territorio amigo de los culés. Todo con el aditamento de la condición de líder que ostenta el coloso blaugrana, cuatro puntos arriba de un Real Madrid que ha jugado un partido menos.
La goleada del martes en Son Moix cauterizó la dolorosa herida que le infligió Las Palmas en el mismísimo Montjuïc, por lo que bajo el mando de Hansi Flick en el puente de mando y Yamine en la yerba volvió a mostrar su esplendor. Y ahí, a la espera, el Betis, por siempre y para siempre Real Betis Balompié, con su sobredosis de bajas, pero con la ilusión de volver a contar con el faro y guía de su plantel, el costasoleño Isco Alarcón, ausente desde el 16 de mayo.
Lógicamente, seis meses largos de inactividad debe ser argumento suficiente como para que no esté para todo el juego. ¿Lo utilizará Pellegrini de inicio o esperará a que el tiempo haya equiparado energías para alinearlo? Quién sabe lo que pasa por la sesera del chileno, pero que tenga sitio en la relación de convocados es motivo sobrado para que el bético acuda a su santuario con la ilusión renovada. Es cita con un dentista que no cae acá desde hace dieciséis años, a ver qué pasa.
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