Betis-Atlético, duelo entre deprimidos

Tras el Clásico de anoche en el Bernabéu nos llega para esta tarde otro duelo muchas veces litigado en la historia de la Liga. Mucha literatura podría derramarse en torno a él, pero en esta ocasión nos llega con los dos equipos viviendo una depresión que sólo el triunfo de hoy paliaría en cierta medida, o en mucha medida. Tanto el Betis como el Atleti vienen de un inesperado batacazo continental y lo querrán aliviar hoy en Heliópolis.

La realidad nos dice que el Atleti de Diego Pablo Simeone es la bestia más negra que padece este Betis. Sólo un triunfo con gol de penalti de Canales a Oblak es el triste bagaje bético desde la llegada del Cholo al banquillo rojiblanco. Y curiosamente se dio la circunstancia de que el Betis tuvo un rol decisivo para la llegada del argentino. Vivíamos vísperas navideñas de 2011 y los goles de Pozuelo y de Roque Santacruz precipitaron el cese de Manzano y el fichaje de Simeone.

Van a cumplirse trece años de un retorno que iba a cambiarle la vida al Atlético de Madrid, pues resultan indiscutibles los logros que alcanzó de la mano de Diego Pablo. Pero el fútbol no tiene memoria, todo en él es presente y ese presente nos habla de que las cosas no van como quisieran en un curso en que los refuerzos tuvieron más peso de lo habitual. De ahí que la andadura en Champions haya llevado un bajón anímico a las entrañas del club colchonero.

Y enfrente, y salvando las distancias, otro que tal baila. El sofocón sufrido el jueves ante el Copenhague ha ensombrecido un triunfo, el del domingo en Pamplona, que movió a la esperanza de una catarsis que sirviera para enderezar el rumbo. Y así el panorama, y con Pellegrini intentando darle lógica a las cosas aguarda el Betis el duelo con su peor enemigo. Y lo hace con la enfermería sin despoblarse más la sensación de que puntuar es el objetivo único.