Opinión
Eduardo Florido
El estancamiento retórico de García Pimienta
Tribuna Económica
En un encuentro de directivos bancarios y autoridades reguladoras europeas, José Manuel Sánchez de la Campa, presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), sorprendía afirmando que la banca europea no estába suficientemente preparada para una nueva crisis .Habría que volver a pedir dinero a los contribuyentes. Es cierto que se ha avanzado mucho en el ámbito institucional y legislativo, creando nuevas instituciones y desarrollando una normativa bancaria europea y un marco único de regulación y supervisión bajo la competencia del Banco Central Europeo(BCE). No obstante, todavía estamos muy lejos de la constitución de un Fondo de Garantia de Depósitos Europeo, con plena mutualización. Completar la Unión Bancaria es el requisito necesario, aunque no suficiente, para que la banca europea esté preparada para una nueva crisis financiera .
La banca española ha mejorado su eficiencia cerrando oficinas y reduciendo el empleo, ha saneado sus balances y ha mejorado la liquidez y solvencia. Pero no lo suficiente. La Comisión Europea (CE) y el BCE reconocen que la banca española está por encima de la media europea en eficiencia y liquidez, pero no en solvencia. El ratio de capital de máxima calidad (CT1 ) es el 11,9%, inferior al 14,4% de Europa. Algunas bancos podrían tener dificultades para constituir los nuevos colchones de capital ( MREL) que exigen las autoridades europeas. El Banco de España se han dirigido a los bancos pidiéndoles que límiten el pago de dividendos y capitalicen sus instituciones.
Una de las debilidades de la banca española es su baja rentabilidad por los bajísimos tipos de interés. La rentabilidad bancaria se mantiene en el entorno del 7%, inferior al costo de captación del capital, que oscila entre el 8% y el 9%. Los que mejor se defienden son los grandes bancos por su alta diversificación internacional (BBVA y Santander) y los que peor los bancos que se limitan al mercado nacional. La recomendación del BCE es reducir costos, aumentar las comisiones,reducir los activos improductivos, adaptar el modelo de negocio a las nuevas tecnologías y continuar con el proceso de fusiones.
Recientemente la agencia Moody's ha rebajado la calificación de la banca española. La razón es que la tasa de morosidad, que venía reduciéndose , se ha estancado . Una de las advertencias de las autoridades monetarias es la necesidad de ser rigurosos en la calificación de los riesgos y en la exigencia de un adecuado coeficiente de rentabilidad/riesgo. Me preocupa observar la exagerada competencia bancaria por la captación del negocio crediticio, ofreciendo tipos de interés que no cubren la prima de riesgo. Es volver a repetir los errores que condujeron a la anterior crisis bancaria.
De especial preocupación es la creciente desaceleración económica de España, la inestabilidad política , la ausencia de reformas y su impacto en el negocio bancario. Por último la banca española tiene pendientes costes ligados a litigios legales, como la próxima sentencia europea sobre las hipotecas IRPH, que en el caso de fallo en contra podrían llegar a ser inasumibles para alguna de las entidades financieras.
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