El apasionante mundo de la Liga

Diez son los partidos que restan y lo único resuelto en esta apasionante Liga es que el Valladolid ya es de Segunda. Nada más está resuelto cuando se llega al tramo decisivo y el Atleti parece descolgado del aspirantazgo al premio gordo. Sostienen un duelo apasionante los dos de siempre y queda en lontananza el Clásico en Montjuïc, que se fía para el 11 de mayo, por lo que nos queda por delante un largo mes de especulaciones.

Encontró de nuevo el Athletic ese obstáculo inveterado que, a guisa de chino en el zapato, es Osasuna. También pinchó el Atlético en su visita a esa especie de fortín en que se ha convertido Cornellá y mantienen un duro vis a vis Villarreal y Betis. Este emparejamiento hace que cobre especial relevancia el choque que en el Villamarín dilucidarán ambos en la tarde del Domingo de Ramos. Y a partir de ahí se abre un hueco en la tabla para que, siete puntos abajo, se halle el Rayo.

Fue una jornada, la del derbi, en la que se produjo otro motivo para la duda arbitral. Y fue la actuación de González Fuertes en la visita del Leganés al Bernabéu. Tras ella pudo el club pepinero emitir un comunicado como el que hace poco lanzó el Realísimo, pero decidió callar no vaya a ser que sea peor el remedio que la enfermedad. Y de los sótanos parece que escapa un Valencia que, de la mano de Carlos Corberán, ha encontrado la fórmula de ganar más que perder.

Y en el meollo de esa jornada vigesimonovena, el triunfo del Betis sobre su vecino de toda la vida. Para el recuerdo la obra de ingeniería que supuso el gol del triunfo y en la que el intermediario Isco cobró ese papel suyo ya habitual de figura estelar. El último triunfo bético data de hace tres años cuando le sirvió de salvoconducto para llegar a una final de Copa de grato recuerdo. La Liga avanza, quedan sólo diez fechas y hay mucho por decidir con bastantes pretendientes.