Visto y Oído
Francisco Andrés Gallardo
Broncano
El tiempo por delante no va a ser suficiente para levantar esta canción elegida por Blas Cantó para Eurovisión 2020. Universo suena a muchas cosas que se han oído en festivales de años anteriores. Y no inspira mucho más. Aroma nórdico para una balada electrónica de agudos y falsetes que tendrán toda la potencia del joven murciano al que se le tiene que desear lo mejor, pero esto de cantar al continente no va de pundonor o que suene la flauta por casualidad.
Blas al menos transmite un mínimo de garantías. No le saldrá el gallo de Manel Navarro y estará a más altura que sus antecesores triunfitos. No va a presentar el merengue blanducho que cocinaron para Almaia, ni el caos cacharrero del pobre Miki. Éste es un paso adelante, pero es sólo un pasito para ser tenidos en cuenta en otro año. Por lo menos a TVE se le atisba todo el empeño de salir del furgón de cola. Pero este Universo será difícil que entre en el Top Ten. Y no es derrotismo, es sensación de realidad.
El videoclip del tema elegido atraviesa lo insulso y la melodía no incita precisamente a repetir, a seguir ahondando en este drama existencial y de angustia culpable de la letra. Demasiado intenso, al límite de lo pretencioso, que más bien pasará de largo por la gala del 16 de mayo. Cantó, criado en platós y las galas, cae bien, parece y es un buen tipo, atrae, pero esta no es su canción. Tenemos las mismas sensaciones que con el ié ié de Edurne con Amanecer, una de las grandes oportunidades desaparovechadas de entre las candidaturas españolas.
Precisamente en esta misma semana se ha publicado el videoclip de una canción que hubiera sido la más idónea para llevar a los Países Bajos. Letra también existencial pero con música disco, con atractivo y universo para seducir a millones de espectadores. El colapso gravitacional de La Casa Azul (no pudo ir el año del Chikilicuatre) condensa lo mejor de un tema para Europa. Ese videoclip, entre Alien, 2001 y Aplauso, lo protagoniza Anna Castillo. Al verlo uno desearía que hubiera sido la canción de Rotterdam.
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