La ventana
Luis Carlos Peris
La Navidad como pata de un trípode
Días atrás se celebró el Día Mundial sin tabaco, una fecha para tomar conciencia de la importancia que tiene abandonar este nocivo hábito.
Si bien es sabido por todos que el tabaco perjudica seriamente la salud, todavía existen personas que continúan fumando. El doctor Jesús Peña Del Bustillo, jefe de servicio de neumología del hospital Quirónsalud Sagrado Corazón explica que el principal motivo de la adicción al tabaco es la nicotina que aunque no es especialmente perjudicial para la salud (de hecho se utiliza como tratamiento farmacológico para el tabaquismo), es la responsable de la adicción, su falta motiva el síndrome de abstinencia.
No obstante, según indica el especialista "cuando tratamos a pacientes administrándoles nicotina a veces incluso en cantidades mayores a la que inhalan con el tabaco nos refieren que continúan con ganas de fumar".
Sin embargo, muchas veces no somos conscientes de las alarmantes cifras que el tabaco deja a sus espaldas. Sólo en 2020 unas 50.000 personas fallecieron por esta causa en nuestro país. Según los datos de 2020 de la Encuesta Europea de Salud en España (EESE), el 19,8 por ciento de la población mayor de 15 años fuma a diario, el 2,3 por ciento es fumador ocasional y el 22 por ciento es exfumador.
Tal y como recuerda el Dr. Óscar Castro, Presidente del Consejo de Dentistas de España, "el tabaco es uno de los principales factores de riesgo de varios cánceres, entre ellos el cáncer oral. De hecho 3 de cada 4 cánceres orales se deben al consumo de tabaco. Desde la consulta del dentista, velamos por la salud general de nuestros pacientes y ayudarles a dejar de fumar es una de nuestras obligaciones".
Conscientes de la magnitud de este problema, los dentistas recuerdan otros efectos que puede tener el tabaco en nuestra salud oral. Como la aparición de manchas, el tabaco tiñe los dientes, provoca manchas en las encías e incluso en las prótesis de las personas que fuman. Otro de los efectos negativos es la halitosis, ya que el tabaco altera la flora bacteriana oral, dando lugar al mal aliento del fumador. Además, causa enfermedad periodontal (está asociado a enfermedades en las encías y problemas periodontales, aumentando hasta 7 veces el riesgo de padecer enfermedad periodontal). Fumar también disminuye la percepción de los sabores y los olores y retrasa la cicatrización de las heridas en la boca. Por este motivo, favorece las infecciones, provocando que no llegue el oxígeno a los tejidos, dificultando la cicatrización. También, puede provocar inflamación en los tejidos que rodean el implante, condicionando su duración. El tabaco altera la composición de la saliva. Destruye las moléculas protectoras de la saliva y facilita que las partículas de comida o bebida permanezcan en la boca, lo que puede provocar problemas bucodentales.
Y finalmente, predispone a la infección por hongos. Los componentes del tabaco alteran la microflora oral, provocando la aparición de hongos. Por todos estos motivos hoy puede ser un buen día para dejar de fumar. ¿Seguro?
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