Teodoro León Gross

La Semana Santa perdida... ¿y los fondos europeos?

Diez negritas

Diez negritas.
Diez negritas. / M. G.

07 de marzo 2021 - 07:00

MADRID ENS ROBA

1| Carolina Darias

"Que el consenso sea una realidad. Y que el mínimo común entendimiento se abra paso; y, por tanto, tengamos una actuación coordinada, homogénea, que se aplique en todo el territorio de nuestro país".

2| Isabel Díaz Ayuso

"Insisto, si en Madrid la situación es buena y cumplimos las normas, yo no veo mal que venga un turista". - "No veo improcedente que un ciudadano de otro rincón de España venga a su capital".

España no es un país fácil; pero además hay una cultura política deteriorada, por influencia sobre todo de los nacionalismos catalán y vasco, aunque cada vez más avivada por otros regionalismos y por la partitocracia. De ahí que se hayan atravesado tres olas de pandemia, con decenas de miles de muertos, sin apenas un consenso ni para el estado de alarma. En la primera, las comunidades denunciaban el mando único que el Gobierno consideraba esencial; en la segunda, las comunidades añoraban un liderazgo que el Gobierno ahora consideraba innecesario. La timba de tahúres de la política, que decía Baroja. La deslealtad, en arriba abajo, de un extremo a otro, es la norma.

Ahora, tras el aquelarre de la tercera ola, por fin se impone la idea de un mínimo consenso: evitar la cuarta ola de Semana Santa. De Ximo a Feijóo, de Revilla a Mañueco, también Moreno... por fin todos, ¿todos?, no, todos no, como la aldea de Astérix, Madrid se resiste, claro que sin nada heroico en ello. Eso sí, más allá de los titulares dominantes, también hay resistencia de Canarias y quizá Balares, comunidades de gobiernos socialistas que aspiran a funcionar como excepciones insulares con corredores turísticos propios fuera de la norma general. Es verdad que con Ayuso concurren otros factores: malos datos y categoría de territorio emisor. Pero el caso es que no hay consenso. Tal vez, como se le atribuye a Bismarck, si un país así no ha logrado destruirse a sí mismo en siglos es que es indestructible. Pero vaya país de los cojones es éste, donde nos asombra un posible consenso, no que pasen los años sin consensos.

¿EL GOBIERNO ENS ROBA?

En un país donde no hay consensos para salvar vidas, ¿alguien cree que puede haberlos para repartirse pasta? Nunca ha sido así; y si son 140.000.000.000 de eurazos, pues apaga y vámonos. Precisamente por eso, el reparto de esos fondos aconsejaría una Agencia Independiente con transparencia y criterios sólidos; pero el Gobierno se ha reservado esa función, por cierto con el voto de Vox, partido ahora arrepentido del rol de mamporreros del Decreto tras leer el informe del Consejo de Estado. ¿Qué fue de aquello de leerse las cosas antes de votar?

3| Elvira Rodríguez

"Ya conocemos el informe que nos estaban ocultando, un informe del Consejo de Estado que es demoledor y que nos señala la discrecionalidad y entrega de las ayudas y la falta de control. Algo inaceptable".

4| Edmundo Bal

"¿Qué supone este dictamen del Consejo de Estado? Un suspenso rotundo".

La discrecionalidad en el reparto de los 140.000 es motivo de preocupación, sobre todo en aquellas comunidades que no son socios del Gobierno PSOE-Podemos. En Euskadi y también Cataluña se los ve tranquilos con esto; en los territorios PP, por el contrario, muy inquietos. Un reparto de fondos siempre hace aflorar tensiones, pero esto puede acabar en guerracivilismo a degüello. Todos afilan sus bayonetas y a sus contables. Desde el minuto uno, la Junta de Andalucía ha reclamado los criterios europeos a sabiendas de que no se aplicarán, pero mostrando su disposición a pelear. Si la UE no lo impide, el asunto pinta mal, una vez conocido el informe del Consejo de Estado que enfatiza algo que es material explosivo en España: para agilizar trámites, se eliminan controles de fiscalización previa. Todo queda, así, a la discrecionalidad del Gobierno. Y si hay algún lugar donde se sepa cómo acaba eso es Andalucía: así surgió el escándalo de los ERE. Ninguna broma con eso.

5| Felipe VI

"El plan de recuperación que España está elaborando apoyará a empresas que, como Volkswagen, apuestan decididamente por iniciativas como la que hoy celebramos aquí... un ejemplo de cómo aplicar dichos fondos a proyectos de gran envergadura que afecten de manera transversal a nuestras capacidades industriales".

Felipe VI se guarda de cometer errores, pero esto es un error. Con el plan sin definir, va el Rey y apunta que el proyecto industrial visitado en Cataluña estará en el reparto. Y sin duda es un proyecto con entidad para merecerlo: tecnológico, verde y ambicioso. Pero ya podían cortarse un poco y guardar las formas. Sobre todo porque además tiene el matiz humillante de hacerlo mientras el Gobierno de Cataluña les daba plantón y enviaban a sus CDR a hacer ruido para ensombrecer el acto. Lo sucedido sirve de aviso a navegantes. El plan del Gobierno suscita preocupación en otras comunidades, porque además España lleva un siglo largo pagando altos precios por mantener la cohesión nacional, generando a la vez asimetrías injustas. Y de eso sabe, sobre todo, el sur.

UN HORIZONTE MUY LEJANO

6| Pablo Iglesias

"Los casos de presunta corrupción que afectan al anterior Jefe del Estado empujan este debate en una dirección que para nosotros es buena, de horizonte republicano".

Ni el paro, ni la vivienda, ni por supuesto las residencias de mayores de las que tuvo la responsabilidad durante la devastadora primera ola... Nada ocupa tanto a Iglesias como liquidar la Monarquía, que es el único problema que no tienen ahora mismo los españoles apremiantemente. Es verdad que los errores mayúsculos de la familia del Rey avivan el fuego (aunque sorprende que algunos crean que los actos del Emérito y sus hijas anulan la ejemplaridad de Felipe VI, incluso un tipo tan ponderado como Antonio Maíllo... pero, a ver, ¿ha llegado la izquierda a creer que en una familia de narcotraficantes no puede crecer un buen chico que merezca la oportunidad de una beca? ¿Si en una familia se ve un buen número de garbanzos negros, todos en la familia deben ser excluidos?) pero la institución y las personas, hasta ahora, se deslindaban: ni la corrupción en los partidos aconsejaba acabar con los partidos, ni la corrupción en Guardia Civil o CNMV pasaba por liquidarlas, ni la corrupción de los jueces pone fin a la judicatura..., sencillamente animan a hacer reformas para mejorar su transparencia y rigor. Pero en Podemos no hay instinto reformista, sino de refutación del Régimen del 78. En sus cuentas oficiales, siendo un partido de Gobierno, incluso mienten calificando al Emérito de “fugitivo”, por cierto a la vez que defienden a Puigdemont como un exiliado político. El discurso de Podemos cada vez se parece más a los tuits de Echenique.

MÁS FÁCIL EXPROPIAR QUE HACER

He aquí un problema real: la vivienda. ¿Cuánto tiempo ocupa en la conversación pública? Por ejemplo, en comparación con el tal Hasel.

7| Nadia Calviño

"El asunto de la vivienda no se resuelve poniendo en un decreto ley que el precio no puede subir más del 1%; y no creo que nadie piense que algo tan complejo… se resuelve con una frase".

8| J. L. Martínez Almeida

"Cuando se expropian viviendas para uso social, el problema es que tu no has sido capaz de hacer lo que te corresponde, que es hacer vivienda social".

Calviño ironiza sobre esos ideólogos de pacotilla, que proliferan sobre todo en los populismos radicales, con soluciones milagrosas a problemas muy complejos. Es engañarse. Almeida también acierta: las administraciones, especialmente autonómicas de todo signo, llevan mucho tiempo incumpliendo su competencia de construir vivienda social. Andalucía ha sido un caso canónico en ese desastre, tanto que algunos ayuntamientos tuvieron que compensar esa competencia que no era suya. La expropiación es un apaño deficiente, pero además retrata efectivamente ese fracaso.

CONQUISTAR UNA DERECHA MODERADA...

9| Juanma Moreno

"Andalucía se está poniendo al día tras 40 años sin alternancia política, y lo estamos haciendo con moderación, estabilidad, confianza y el esfuerzo de todos. El cambio está en marcha. El modelo andaluz funciona y puede ser una inspiración para mejorar el rumbo de España".

El presidente andaluz se ha venido arriba en Cataluña. Ha sacado pecho por su política fiscal, su estrategia con el empleo a pesar de que la pandemia ha devuelto a la comunidad al millón de parados, y, sobre todo, su apuesta por el centro político, incluso con pirueta y doble tirabuzón hasta hablar de centroizquierda. Bueno, en el centrismo sí se ha ganado el crédito: no hay nadie que cuestione el perfil moderado de Moreno. Sin los bandazos de Génova desde la moción, que haría bien en mirarse en sus barones periféricos y no en el ayusismo aznarista, Moreno ha sido fiel a sí mismo con eso que también ha repetido en Barcelona: “La reconstrucción tiene más capacidad de impulso desde el centro, un espacio donde es más fácil llegar a un lado y a otro para lograr acuerdos. Frente al populismo y la polarización, reivindico el encuentro”. Sólo tiene un problema: el escenario español es de bloquismo polarizado, y cada vez hay menos margen para la zona central de encuentro. Eso une al PSOE con Podemos, ERC o Bildu, y a la derecha le reserva como pareja de baile a Vox. Y es algo que hay que gestionar, por más que uno se mire en el centro y crea que quienes pactan con radicales sólo son los otros.

LA SOMBRA DE LA CUARTA OLA

10| Macarena Olona

"Estamos preparados para hacer frente a ese examen [electoral]. Y no me cabe duda que una vez que hemos demostrado a los andaluces –recordemos que el 2 de diciembre del 2018 comenzó para nosotros la reconquista–que somos una formación y una familia de palabra, el apoyo que recibiremos será más amplio. Y Vox asumirá el Gobierno regional".

Vox, como hizo Podemos, tiene una estrategia muy decidida para ensanchar su espacio. Después vendrá el poder. A Podemos le llegó ya en caída; y Vox pretende evitar eso. En Andalucía, donde entraron en el Parlamento en 2018, acaban de proclamar que estarán en el Gobierno, mostrando su juego con una carta que puede ser ganadora, aunque quizá levantada prematuramente: la candidatura de Macarena Olona, estrella emergente del partido, protagonista en el Congreso de instantes electrizantes para los suyos que después los viralizan con entusiasmo. Juanma Moreno quiere mantener su perfil con Ciudadanos a su lado, pero gestionar el ascenso de Vox no será opcional en un tablero marcado por el bloquismo.

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