Visto y Oído
Francisco Andrés Gallardo
Emperatriz
Paladar
La revolución gastronómica de Madrid va a pasos agigantados en calidad y número de establecimientos. Una competencia creciente que se traduce en que la capital se ha convertido en una de las referencias de la gastronomía europea. Clichés aparte de lo surtido de sus mercados, la relación de restaurantes de Madrid se amplía en todas las vertientes, de la alta cocina a los sabores étnicos en sinceras barras.
Y en locales donde la experiencia de comer se suma a veladas con un sentido especial. Locales para ir y vivir, para ver y ser vistos, como Pólvora, en la calle Juan Bravo, en el barrio de Salamanca. Tras cuatro años abiertos, y superando con entereza los rigores de la pandemia, esta propuesta del grupo Vespok 360, sigue siendo uno de los “lugares de moda”, sin dejar de pasar de moda. Es para tenerlo anotado en la agenda.
Pólvora es una elegante local decorado por el estudio Sayans Bengoa, donde las lámparas crean espacios de encuentro o de intimidad. Y en la mesa, con la dirección del chef Juan Sebastián Bulla, la fusión de sabores asiáticos y americanos con la tradición española. Productos de aquí con el estilo de allá. Toda la carta está marcada por productos y sabores nuestros, muy reconocibles, con la inspiración y formas de las recetas asiáticas y latinoamericanas.
La porra antequerana se convierte en la cobertura en el sam de atún picante, uno de sus entrantes inevitables, con su versión de la causa limeña o del sandwich cubano de carne deshilachada. Sucede con el yuzu de las zamburiñas asadas y el estilo coreano que aliñan las berenjenas artesanas de Pólvora.
En carnes los tacos de costilla, la coquelet al honor o la pluma ibérica al horno son también fundamentales para los comensales que se dejan llevar por el ambiente elegante pero a la vez desenfadado. Hay que dejar sitio para los noodles o, sobre todo, para el arroz de magret y setas. Y ya más allá, hay que dejar de todas formas sitio al postre donde sobresale una tarta de queso que compite entre las mejores de Madrid, que casi ya es capital mundial de este cremoso remate.
Los cócteles, para abrir la comida o extender la noche (con animadas sesiones de dj), integran exóticos tés y por supuesto nuestros generosos vinos jerezanos, donde el palo cortado se exhibe y lo convierte en tesoro de todos los cocteleros españoles como se confirma.
Con un equipo joven y atento que convierte cualquier velada en éxito de sus comensales, Pólvora es de las direcciones firmes y clásicas del barrio de Salamanca, destino de compras y noches tranquilas en el Madrid más chic.
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