Antonio Barrionuevo / Arquitecto

Notas sobre la inutilidad de la pasarela de Altadis

El autor reflexiona sobre el proyecto para levantar una pasarela entre los puentes de San Telmo y de los Remedios en el marco del plan para la antigua tabacalera y que no ve necesaria

Notas sobre la inutilidad de la pasarela de Altadis
Notas sobre la inutilidad de la pasarela de Altadis / Archivo A. Barrionuevo

09 de febrero 2024 - 06:00

Un puente solo se debe construir si es necesario” (Julio Martínez Calzón). La Nueva pasarela propuesta sobre el tramo del Guadalquivir urbano, entre los puentes de San Telmo y de Los Remedios, no es necesaria porque la conexión del desarrollo urbano de esta parte de la ciudad a ambas márgenes del Guadalquivir, convertido en Dársena, ya existe y está completamente resuelta, como se comprueba en la movilidad diaria que se realiza sin presentar problema alguno, tanto para el paso peatonal, ciclista, automóviles privados y transportes públicos.

Y ello es así porque los dos mencionados puentes están situados con total idoneidad: San Telmo conecta el crecimiento del Ensanche de los Remedios (Juan Sebastián Elcano, Asunción, Avenida República Argentina) y de Triana (Betis, Pagés del Corro) con el Centro Histórico a través de Puerta de Jerez- Plaza de Cuba. Y el Puente de Los Remedios la Avenida de María Luisa con el eje de Virgen de Luján y la vía de borde de la margen derecha (Juan Sebastián Elcano- Presidente Adolfo Suárez, Avenida Flota de Indias) mediante la renombrada Glorieta de Las Cigarreras.

Pero además, la pretendida pasarela no aporta una conexión urbana significativa al situarse en el Paseo de las Delicias a la altura de la calle de la Rábida de corto recorrido, encajada tras el límite trasero del Palacio de San Telmo y la zona ajardinada anexa al Casino de la Exposición que desemboca en Palos de la Frontera, sin vertebrar directamente recorridos urbanos habituales.

Un viandante recorre hoy desde la Puerta de Jerez a la calle de Asunción a la altura de Virgen de la Victoria, cruzando el Puente de San Telmo, 850 metros empleando para ello 12 minutos. Y para alcanzar la Puerta de Jerez desde este punto de Asunción por la nueva pasarela debe recorrer Juan Sebastián elcano 180 metros, el cruce hasta el Paseo de Las Delicias (nueva plaza y pasarela) 220 metros, y desde esta hasta la Puerta de Jerez otros 650 metros, por lo que recorre en total 1.050 metros empleándose para ello 13 minutos.

Si el itinerario elegido fuera por la nueva pasarela y calle de la Rábida, Palos de la Frontera, y Paseo de Roma, Puerta de Jerez (850 metros en 11 minutos); se penalizaría aún más el desplazamiento total de 1.250 metros invirtiendo en ello 16 minutos. Lo que pone de manifiesto la inutilidad de la pasarela de Altadis como vía alternativa para mejorar el acceso a Los Remedios o viceversa.

Una de las principales señas de identidad de Sevilla es su frente fluvial histórico, hoy extendido desde San Jerónimo hasta el Muelle de Tablada, cuyo valor plástico es disponer de dilatadas y bellas perspectivas entre los puentes existentes cuyas cabeceras están estratégicamente situadas; y que el acortar los tramos existentes, en este caso de 720 metros con nuevos puentes intermedios, se perderá este bien paisajístico identificatorio de Sevilla como “ciudad abierta al Guadalquivir”.

Se cita que podrían construirse seis nuevos puentes en la Dársena del Guadalquivir. Esta idea es, a todas luces, un grave error. Cabe destacar que los existentes cumplen su función para la movilidad urbana y territorial, necesitándose que los nuevos cruces sean más al exterior, por el sur y por el norte, como prevé la orbital SE-40 con la construcción, ya urgente y necesaria, para vertebrar mejor la ciudad-territorio.

La pasarela partiría en el Paseo de Las Delicias y, considerando el canto de su estructura, se perdería la diafanidad del Paseo del muelle de Nueva York, partiría su pérgola corrida y el muro histórico del Puerto que eleva y salva a la ciudad de las crecidas del río.

Conclusión: Esta pasarela sin mayor utilidad para la movilidad solo se concibe como un elemento que beneficie la operación inmobiliaria de convertir los antiguos terrenos de Altadis en un hotel, resaltándola con un privilegiado y extraordinario acceso simbólico sobre el Guadalquivir, a cambio de la pérdida de la belleza de la imagen de la ciudad. Ampliar su área de actuación e intervención al frente urbano de la ciudad abierto al Guadalquivir, es disponer de un ámbito urbano que pertenece a todos los ciudadanos. Por todo ello la no útil e innecesaria pasarela no se debe construir.

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