Tribuna Económica
Joaquín Aurioles
Inventarios de diciembre (4). Desigualdad
Confieso que la crónica del día de hoy giraba en torno al no juicio del Cuco y el coraje que se le queda a uno en el cuerpo cuando las leyes se retuercen y se aplica una vez más que la ley y la justicia no son lo mismo.
Sin embargo a punto de acabar este 26 de mayo, un mensaje de Whatsapp me enseñaba el tuit (así viajan las noticias en estos días) que el grupo Depeche Mode había puesto minutos antes anunciando la muerte de Andrew Fletcher.
Soy de Depeche desde chiquitito, así que entenderán que este sea mi homenaje póstumo a Andy 'Fletch', el 'soso' del grupo.
Mi juventud, la auténtica, no la que quieren extender ahora hasta los 48 como si fueran los nuevos 28, está íntimamente relacionada al grupo de Basildon. Los he seguido desde finales de los 80 hasta la gira Global Spirit de 2017 (el día de mi cumpleaños actuaron en Bilbao).
Los amé, me desenamoré y afortunadamente me di cuenta de mi error y volví a ser de Depeche, siempre después de uno de sus directos. Imposible no rendirse.
Solo recuerdo haber llorado como hoy al conocer la noticia tras aquella fatídica cancelación de su concierto en Sevilla en 2009. Aquella vez el amigo Dave se rompió un ligamento durante su actuación anterior, también en Bilbao, y no vinieron a mi ciudad.
Fue mi oportunidad perdida de conocerles en persona, acreditado y todo para el backstage estaba. Que quieren que les diga, cuando uno es fan, lo es del todo y llora.
Pero el tiempo pasa para todos, hoy pasó para Fletch y lloro escuchando su música. Mientras, esto me sirve de desahogo y homenaje a mi juventud, al tiempo que de agradecimiento a Fletch, Vince, Wilder, Martin y Dave, por tantas y tantas horas de felicidad, de buenos recuerdos que tienen su banda sonora y que perdurarán por siempre.
Para los más jóvenes del lugar, que ya son mayoría y no les han conocido, les recomiendo que tiren de Spotify, Apple Music o Amazon y descubran lo mejor que ha salido en la historia de Essex. Desde sus más tiernos orígenes, pasando por auténticos himnos que marcaron a toda una generación (o varias).
Y para ti, Fletch, donde quiera que estés:
And I thank you
For bringing me here
For showing me home
For singing these tears
Finally I've found
That I belong here
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