Tribuna Económica
Carmen Pérez
Un bitcoin institucionalizado
Timeo Danaos ut dona ferentis" ("Temo a los griegos, aunque traigan regalos").
Está siendo recurrente acudir al término de "histórico" para definir lo sucedido el pasado 27 de diciembre, en el inicio de la XI Legislatura del Parlamento andaluz. Por primera vez un pacto de formaciones de derecha y extrema derecha consigue la Presidencia de esta institución; por primera vez obtiene representación parlamentaria una fuerza que tiene como objetivo destruir la España de las autonomías; y todo apunta con lógica aritmética que habrá un gobierno con un presidente del Partido Popular.
Y sobre todo, por primera vez el PSOE no va a gobernar en la Junta de Andalucía. Es la democracia y la voluntad de formaciones respaldadas por los resultados electorales.
Pero en la constitución del nuevo Parlamento han sucedido unos hechos que no deben ser opacados por el impacto de las novedades. Por un lado, empezar incumpliendo las propias reglas de que se rige el propio Parlamento no es empezar bien. La presidenta de la Mesa de edad, parlamentaria del PSOE, se negó a proclamar a la candidata de Adelante Andalucía miembro de la Mesa del Parlamento, como le corresponde de acuerdo al artículo 36 de su reglamento, que es claro y taxativo: "Todos los partidos, federaciones y coaliciones que […], hubieran obtenido en las mismas representación suficiente para constituir Grupo parlamentario, tendrán derecho a estar presentes en la Mesa".
Asistimos perplejos a una sobreactuación del propio PSOE en defensa del cumplimiento de este artículo, cuando ha tenido en sus manos la posibilidad de haberlo resuelto a través de la Mesa de edad o renunciar a un puesto en la misma.
Por otro lado -y sin duda el hecho más grave de la sesión- la electa presidenta del Parlamento cambió, una vez hecha por varios parlamentarios, la fórmula de promesa y juramento solemne ante ejemplares de la Constitución y el Estatuto por la fórmula simple de "prometo" o "juro" desde el escaño.
No fue un hecho trivial: Vox, una formación que tiene entre sus objetivos el de eliminar las autonomías, se vio liberado de la tesitura de tener que "acatar la Constitución y el Estatuto de Autonomía para Andalucía", tal y como estaba en el texto acordado previamente al acto. Primera concesión de la presidenta de Ciudadanos a sus socios de la extrema derecha.
Ciudadanos es libre de pactar con quien considere, pero debe asumir las consecuencias de ello. Previamente, intentó blanquearlo con un pretendido acuerdo para la Mesa con Adelante Andalucía. No caímos en su trampa. Adelante Andalucía defiende su derecho a estar en la Mesa y nunca ha renunciado a ello. A lo que no ha estado dispuesta es a entrar en componendas con Ciudadanos que sirviera a este para justificar su pacto con Vox.
Hemos leído que Adelante Andalucía adquirió un excesivo protagonismo en la sesión. Lo que hicimos es demostrar que, si socavan el autogobierno andaluz, nos encontrarán enfrente. De lo que no cabe duda es que seremos la oposición. Es la democracia.
También te puede interesar
Lo último