Tribuna Económica
Carmen Pérez
Un bitcoin institucionalizado
El cáncer de cuello uterino o cáncer de cérvix es una patología que afecta a la mujer y sobre la que los sistemas sanitarios tienen capacidad de intervenir en la idea de prevenir su aparición y, también, intervenir de manera anticipada para la detección precoz del mismo. Es uno de los pocos tumores cuya causa es conocida, el responsable es el virus del papiloma humano (VPH) y en la evolución desde las primeras etapas de la infección por el virus hasta que aparecen lesiones cancerosas irreversibles trascurren entre 15 y 20 años. Estos dos factores unidos hacen que, con un buen programa de detección precoz de este virus, dicho cáncer se pueda prevenir.
Junto a las políticas preventivas, un asunto de capital importancia lo constituye el desarrollo eficaz de programas de cribado poblacional para conseguir la detección precoz y el genotipado de la infección por HPV; en este sentido, en España se está impulsando la extensión de este cribado para hacer posible una cobertura efectiva en todas las mujeres de 25 a 65 años y se está desarrollando un importante esfuerzo organizativo que pretende hacer frente a esta patología para llevar al mínimo posible su impacto en términos de salud y mortalidad.
Conseguir una cobertura lo más cercana al 100% es vital para el éxito del programa; es por eso que cabe señalar como un avance importante para el cribado en cáncer de cérvix el desarrollo de un dispositivo médico de autotoma de muestra mejorada mediante un velo vaginal que recuerda al sistema de tampones comúnmente utilizado en el periodo menstrual. Un diseño nacido e impulsado desde Andalucía por la empresa Vitro master diagnóstica.
Este sistema de autotoma, nada invasivo y muy fácil de aplicar por la propia mujer en su domicilio, permite eliminar barreras de acceso horarias, sociales, geográficas o culturales, preservando la intimidad de la mujer y contribuye así a facilitar al máximo la cobertura del programa.
El sistema de autotoma admite mejoras para optimizar la obtención de células de la cavidad vaginal sin contaminación, para favorecer su transporte en condiciones óptimas al laboratorio y ligarse a un proceso automatizado de genotipado de las muestras positivas de HPV, determinando el riesgo de la infección en función del tipo de variante de HPV presente en cada mujer. Mediante la utilización de un tubo de diseño específico para la recogida de la muestra, se puede optimizar la obtención de las células del velo sin contaminación y asegurar su fácil transporte a los laboratorios de análisis; el diseño prevé un formato específico para buzoneo especialmente útil en zonas rurales (la llamada España vaciada) con peor acceso a los servicios de salud.
Y es que, en definitiva, pequeñas mejoras realizadas pensando en favorecer la accesibilidad y la comodidad para la población diana de un programa de cribado, suponen grandes saltos de enorme potencial para hacer posible el mejor resultado de los programas de salud pública. Es el camino a seguir.
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