La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
Tribuna Económica
Tras haber reconocido Vladimir Putin la independencia de las provincias separatistas de la región de Donbás, el conflicto ha alcanzado un punto sin retorno, de difícil solución por la vía diplomática. Estados Unidos y sus aliados europeos se ven obligados a iniciar las sanciones económicas, si no quieren perder credibilidad. ¿Qué efectos económicos y geopolíticos se derivan del conflicto?
A corto plazo lo estamos comprobando: caída de las bolsas, aumento de la incertidumbre, disparo del precio de las materias primas y energía, pérdida de confianza de empresarios y consumidores y desaceleración de la recuperación económica. El principal impacto de las sanciones económicas será la suspensión de las relaciones comerciales y financieras con Rusia y Ucrania. Pero las sanciones tendrán un efecto boomerang. El 46% de las importaciones de gas de Europa provienen de Rusia y el 80% de las exportaciones de gas de Rusia se dirigen a Europa. Rusia es un gran productor y exportador de materias primas: paladio, platino, oro, aluminio, níquel o cereales . La más perjudicada en la Eurozona será Alemania, por su gran dependencia del gas ruso. España tiene una dependencia no superior al 5%. No obstante España es un importador neto de cereales. El 46% de las importaciones españolas de maíz , y más del 30% de trigo, provienen de Ucrania.
Pero el impacto más perverso es la repercusión del incremento del precio de las materias primas y la energía en la inflación global. En un momento en el que por las limitaciones de la oferta mundial y la ruptura de las cadenas de suministro, la inflación global se está enquistando. El conflicto bélico intensificará y prolongará la persistente inflación y debilitará la recuperación mundial. Se estima que podría detraer un 2,7% al crecimiento europeo y un 2,5% a España. La recuperación continuaría, pero debilitada.
Rusia y Ucrania soportarán el mayor coste económico y humano. Pero Putin, obsesionado por el poder y por el legado de ser quien devolvió a Rusia su grandeza perdida, cree que es un precio necesario. Su reciente entrega a China, y su pacto de amistad y cooperación, pretenden fortalecerse frente al enemigo común. El gas, petróleo y materias primas no exportadas a Europa, se venderán a China, que además será el banquero financiador de las grandes inversiones necesarias para la explotación de sus inmensos recursos. Un matrimonio de conveniencia de dos países históricamente mal avenidos, La más beneficiada será China, necesitada de recursos y materias primas y sobrada de capacidad de financiación. El mundo inicia una nueva era geopolítica, económica y tecnológica. China y Rusia, creen que actuando en cooperación pueden transformar el orden económico y geopolítico mundial, hasta ahora liderado por Estados Unidos. China es la superpotencia y Rusia el escudero útil e interesado. El mundo avanza hacia un nuevo orden mundial: del multilateralismo de reglas compartidas a la bipolaridad de la fuerza, de la globalización a la regionalización configurada en dos grandes bloques: Occidente y AsiaPacífico. Con una característica a tener en cuenta: en las últimas décadas la tasa de crecimiento económico y tecnológico de Asia-Pacifico, liderada por China, está convirtiendo a esta región en el centro del mundo.
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