El Carnaval de Cádiz reparte a derecha y a izquierda

La próxima madrugada, entre calores de junio lejos de las frías noches de febrero, tras las actuaciones de las últimas agrupaciones en semifinales, conoceremos a los finalistas del Concurso de Agrupaciones del Carnaval de Cádiz 2022.

Antes, coros, comparsas, chirigotas y cuartetos han vuelto a dejar buena muestra de la fina pluma con la que regalan a la concurrencia su análisis de lo que vivimos y sus auténticas preocupaciones. Nadie que lo merezca (o no) se les escapa.

La política, tema recurrente cada año, ha vuelto a estar presente sobre las tablas del Falla y los carnavaleros han dejado cristalino que no se casan con nadie. Ni a derecha ni a izquierda. Hay para todos.

Primero fue la comparsa de Martínez Ares la que le dio fuerte al alcalde de Cádiz:

"Mentira, eres una gran mentira, sin proyectos y sin miras,

tirano gordo de poder y prepotencia."

Andanada a la línea de flotación de uno de los letristas más esperados del Carnaval de Cádiz en el pasodoble de 'Los sumisos' que tuvo una diplomática respuesta por parte del implicado. "Un alcalde tiene que cerrar la boca cuando un poeta de Cádiz habla". Si habrá ajuste de cuentas en el palmarés del COAC lo sabremos este fin de semana.

La derecha tampoco se escapa. El fraudulento empadronamiento de Macarena Olona en Salobreña y su supuesta pose de mujer andaluza, muy andaluza, de real en real vestida de flamenca, tampoco se quedó sin su recadito desde el Falla.

"Eres una intrusa, ay Macarena la de Graná (...)

Tú no eres andaluza y nunca lo serás"

La comparsa de Vera Luque 'Los quinquis' cargó con dureza contra las formas y los modos de la candidata de Vox a la presidencia de la Junta. Esta crítica tuvo aún más alcance, puesto que tras la interpretación del pasodoble dedicado a Macarena Olona, el público, no solo aplaudió, sino que cantó el Himno de Andalucía en respuesta a la actuación de la comparsa. Ni que decir tiene que el vídeo corrió como la pólvora por las redes sociales.

Y es que en Cádiz hay que morir, entregar la cuchara y reproducir fielmente lo que el pueblo canta porque tiene para todos, a derecha y a izquierda, y no se deja engatusar tan fácilmente.