La ventana
Luis Carlos Peris
La Navidad como pata de un trípode
In the air
El armario de la familia real británica abrirá este junio sus puertas en una exposición en Londres que rescata del olvido piezas icónicas como el vestido de novia de la princesa Diana de Gales, una prenda cuyos diseñadores lucharon por mantener en secreto hasta el día de la boda.
Con las cortinas bajadas y envueltos en un halo de misterio, los estilistas Elizabeth y David Emanuel confeccionaron en su estudio el vestido nupcial de Lady Di, ataviado con una cola de más de siete metros de largo, la más extensa en la familia real británica, que ahora copa el pequeño invernadero barroco recién restaurado de los jardines de Kensington.
La prenda, cedida por los hijos de Diana, los príncipes Guillermo y Enrique, es la estrella de una muestra que ahonda en el proceso creativo detrás del vestido y en la historia personal de aquellos que contribuyeron a que estuviera listo para el gran día.
En el taller, acompañaron a la pareja de diseñadores tres mujeres, Nina, Rose y Caroline, que después de intensas jornadas de trabajo entre telas y abalorios, asistieron a la boda para ver en directo cómo Lady Di lucía su preciada creación, de corpiño ajustado y mangas abullonadas adornadas con lazos y volantes de tafetán.
La princesa de Gales eligió el diseño final de la prenda tras probarse varios modelos y revisar junto con su madre decenas de bocetos, un material que ahora se exhibe por primera vez después de décadas celosamente guardado para evitar que nadie copiara las técnicas.
Este secretismo marcó la creación del vestido, custodiado por la noche por guardias de seguridad que vigilaban de cerca a los periodistas acampados en el exterior del taller, al acecho de cualquier despiste que filtrara algún detalle de la prenda.
La exposición Royal Style in the Making (Creando el estilo real), abierta hasta el 2 de enero de 2022, también ofrece la oportunidad de contemplar otras piezas diseñadas para Lady Di, como el célebre conjunto de vestido y chaqueta rosas creado por David Sassoon, con quien intercambió cartas que ahora se exhiben en la muestra.
Miguel Bosé ha vuelto a afrontar críticas y causó la preocupación de sus seguidores por su forma de hablar tras aparecer como coach en el programa mexicano de La voz.
El cantante se ha convertido en uno de los artistas más polémicos de los últimos tiempos, ya sea por sus afirmaciones negacionistas en torno a la pandemia o por los rumores sobre su estado de salud. Pero la aparición del intérprete de Don diablo en la versión mexicana de La voz causó conmoción entre los internautas, quienes aseguraron que al cantante no se le entendía lo que decía y que su voz estaba notablemente deteriorada.
"A Miguel Bosé le está pasando lo que a José José, es una lástima", escribió Ticha, una usuaria de la red social Twitter, quien comparó al español con el llamado Príncipe de la canción, quien perdió su voz a causa de sus problemas con el alcohol.
Bosé cantó uno de sus temas más famosos, Nada particular, pero su puesta en escena causó decepción por parte de los seguidores del programa, pues aseguraron que el cantante estaba haciendo playback.
Ricky Martin afirma sentirse en la actualidad más libre y sin secretos, pero aún marcado por la entrevista que le hizo la reconocida periodista estadounidense Barbara Walters en un lejano año 2000, cuando coincidiendo con el éxito de Livin la Vida Loca le preguntó sobre su sexualidad. El cantante puertorriqueño se confiesa en una entrevista que publica la revista People en el marco del Mes del Orgullo LGBTQ+, en la que dice sentirse más a gusto en su propio cuerpo pero todavía marcado por aquella histórica pregunta de Walters de la que salió con una evasiva "no tengo ganas" de responder.
"Cuando soltó la pregunta me sentí violentado porque no estaba listo para salir del armario. Tenía mucho miedo", afirmó, tras asegurar que durante años se preguntó si era homosexual, bisexual o estaba confundido respecto a su sexualidad. Finalmente no confesó su orientación sexual hasta diez años después, en marzo de 2010, cuando hizo público que era homosexual. Ricky se casó en 2017 con el artista sirio-sueco Jwan Yosef y es padre de cuatro hijos.
ROCÍO Carrasco se frota las manos mientras que los Mohedano tiemblan. ¿Cuál será el motivo por que el la hija de Rocío Jurado se distanció de todos tras la muerte de La más Grande? En el nombre de Rocío, la segunda temporada de la docuserie sobre Rocío Carrasco, ya está calentando motores para salir al panorama del faranduleo el próximo otoño. En el punto de mira: Amador Mohedano, su ex mujer y su prole. También José Ortega Cano y sus hijos, Gloria Camila y José Fernando. Si esta primavera el personaje non grato ha sido Antonio David Flores -y de paso, su hija-, el otoño se presenta con curvas para el clan Mohedano.
"Esto es un maltrato mediático", asegura Rosa de Benito, temerosa por lo que se le viene encima. En el tráiler pueden leerse palabras como "envidia", "traición" o "venganza". "Me falta la palabra amor", añade Benito. "Porque ha sido una persona muy querida, que ha tenido muchísimo amor... Y espero que en ese recorrido que va a hacer también cuente cosas bonitas, porque también las ha tenido y las ha vivido". "El odio contra el odio lleva a más odio y a dolor", advierte Rosa, quien está preocupada por su familia.
"Si ya ha hablado tan malamente de su hija, me espero cualquier cosa", dijo Amador, por su parte. "Ha dicho muchas mentiras, la verdad. Luego vendrán las réplicas, los juicios y las demandas", añadió el hermano de Rocío Jurado.
Pero no sólo están sufriendo los Mohedano a causa del documental de Rocío Carrasco. La salud de Ortega Cano preocupa, especialmente a sus hijos y su mujer, Ana María Aldón. El viudo de Rocío Jurado, de 67 años, padece del corazón -desde que contrajo el coronavirus a principios de año su cuadro ha empeorado- y últimamente los malos rollos familiares le están estresando demasiado. El último jueves acudió al médico a realizarse una delicada prueba cardíaca y Aldón comentó que el torero no se encuentra todo lo bien que debiera.
En las últimas semanas, Ortega Cano ha escuchado declaraciones muy duras sobre él y sobre su matrimonio con Rocío Jurado por parte de Rocío Carrasco y de María Teresa Campos, entre otros. De hecho, hace unos días aseguró a la prensa que él no va a opinar nada más acerca del docudrama de la que fuera su hijastra y que, a partir de ahora, José Antonio sería el portavoz de la familia.
El diestro no está llevando nada bien convertirse en uno de los grandes señalados tras el testimonio de la hija de Rocío Jurado, quien ha confesado que ha llegado la hora de qué sepamos por qué no quiere saber nada del gran amor de su madre. ¿Qué esconderá su testimonio? Esta segunda parte huele a venganza, lo que no ocurría con la primera.
La princesa Leonor y la infanta Sofía no pudieron asistir ayer a una plantación de árboles que se había previsto con motivo del Día del Medio Ambiente. La amenaza de tormenta en Madrid canceló este primer acto en solitario de las hermanas.
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