La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
Todas las palabras tienen matices que nos sorprenden, ante cuya comprensión nos quedamos completamente bloqueados, sin capacidad de reacción. Los mayores literatos han sabido admirarse ante descubrimientos como estos, reponiendo sus ánimos con nuevas voces, conocidas y amadas, que no hieren igual que aquellas, jabalinas inesperadas, que atraviesan el alma sin piedad. Luisa Ortega, la niña de Manolo Caracol, grabó en su garganta un dilema inmortal cuando aquel serrano de Limosna de Amores le dijo “palabras que no conocía”. Así estamos nosotros, un año más, ante palabras que sentimos no conocer, que nos llevan a verdades que no terminan de definirse, porque, al volver febrero, nos alcanza, igual que entonces, hace menos de una vida, la eterna ignorancia del que ya no sabe qué esperar, de quien no sabe lo que espera.
La palabra “ceniza” viene a borrar los planes establecidos y a destronar las prioridades que habíamos dejado por escrito en el carnaval de la rutina y del aburrimiento. Palabras nuevas que nos hacen desconfiar de las que repetimos durante meses, porque ahora suenan todas las palabras diferentes. La palabra “ceniza” nos pone un surco blanquecino en la carne, iguala el color de la piel y traza la senda de la cruz para que por ella todos caminemos hacia la Pascua. Y en el sendero hasta allí, se nos acomoda el gusto al pescaíto frito, las espinacas y la carne con tomate de los González en la calle Tabladilla, los Núñez por San Lorenzo, los Rueda de El Rinconcillo y los Genaro de La Viña. Y la vista aprende a mirar, y el oído a recibir la voz de mando de los capataces y el traqueteo de las impresoras que dan a luz las papeletas de sitio virtuales.
Cuaresma, “con tus ojos mirando a los míos me dijiste así”, y no de otra forma quiero volver a vivirte. Dame limosna de amores, y pon en la cruz de mis días las flores de tu tiempo. Samaritana de luz, dame a beber de Sevilla, y en lo amargo de mi sed ponme la dulzura de tu palabra por empezar. Aquí te espero.
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