La ventana
Luis Carlos Peris
Abundando en el cambio horario
El día empezó temprano; una jornada electoral en una edición digital más que jornada es un maratón de días de preparación y horas de trabajo antes incluso de que abrieran las urnas. Desde aquí mi reconocimiento a esos compañeros a los que no leerán su firma en ninguna crónica pero que están detrás de cada línea. A los otros, también.
Y es que pronto empezaron a llegar los primeros titulares, las primeras declaraciones de los candidatos y esa novedad de estas elecciones de dar un avance de participación muy tempranero. Tempranito fui a votar; mi colegio, animado. Mi niño de 2 años y medio enfadado porque el plan que le habíamos pintado de ir a votar al colegio no era lo que esperaba. Para él la fiesta de la democracia (síii, ¡chupito!) es elegir la canción para la fiesta de fin de curso del cole.
El ambiente familiar, trajo más anécdotas. Una de mis cuñadas votaba por primera vez; lo que vota su padre porque con 19 años ni entiende ni le gusta la política y el descarte y el criterio paterno le han podido.
Eso es quizás una de las creencias que han tenido mucho estos días. Que al final los cambios no iban a ser tales y que Andalucía votaría por inercia o por costumbre. Hasta el propio dato de participación de las 14 horas daba cierta esperanza de algún movimiento sobre las encuestas.
Y al final todo ha sido cuestión de amores y odios, que es lo que mueve el mundo y al votante.
Juan (Espadas) no, no es cuestión de que la izquierda no se haya movilizado. Ducha de realidad y más, Juan. Te falta espíritu y carisma y tienes una losa muy pesada encima; te ha faltado garra en la campaña y por mucho que reniegues del pasado los 37 años a.d.JM están ahí.
Inma, tampoco. No es la propaganda mediática. Son vuestras cuitas internas, vuestras peleas, la izquierda fraccionada. Algo histórico, vamos. Eres una gran oradora, muy Moreno en las formas: educada, elegante y más incisiva. Teresa, tú tampoco te quedas atrás de buena en la tribuna de los oradores; hiciste un buen papel en los debates. Está bien rectificar y que pienses ahora que las izquierdas deben de estar unidas, después de tanto todo para nada, que diría el gran José Hierro. Habéis pecado de lo contrario que el otro Juan…
Ese Juan (Marín), lo siento mucho. Te has pasado de amor al Gobierno del que fuiste vicepresidente. Si con Susana la echaste a los perros después de romper el pacto entre vosotros esta campaña has sido el faldero de Juanma y no te ha beneficiado. En mi humilde opinión a tu partido hace tiempo que lo sentenció Rivera, pero si te hubieras distanciado un poco del PP, tampoco mucho, quizás podrías haber rascado algo. Te han visto tan afín que para qué votarte si pueden votar al presidente…
Presidente, Juanma, enhorabuena. Has demostrado que se puede hacer una política sensata capaz de convencer incluso a gente de izquierda que se creen tu discurso, que compran tus explicaciones aunque no las compartan. Muchos te han votado; los que no han podido con el miedo de verte estrechar la mano a Macarena se han alegrado de tu mayoría absoluta. Te deseo éxitos, que serán los de esta tierra que es agradecida para quien la quiere.
Y a ti, Macarena de Graná, ¿Qué decirte? No has convencido. ¿Hasta la vista? ¿Arrivederci? ¿Adiós? Has rascado dos escaños, pero no te da para entrar ni de visita en San Telmo. ¿Vas a tomar posesión de tu acta de diputada el Parlamento andaluz o ya tienes el billete del AVE?
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