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Máquina! y la música layetana en la Barcelona de los 70

Libros

Àlex Gómez-Font retrata un tiempo en que el rock, el jazz, la psicodelia y la salsa confluyeron en la contracultura catalana

Los integrantes de Máquina! con Salvador Dalí. / D. S.
Julián Ruesga Bono

21 de abril 2024 - 06:30

La ficha

Máquina! Quintaesencia underground. Àlex Gómez Font. Editorial Milenio. 160 páginas.

Barcelona, del rock progresivo a la música layetana, Zeleste. Àlex Gómez-Font. Editorial Milenio. 132 páginas

En 2011 Àlex Gómez-Font publicó Barcelona, del rock progresivo a la música layetana, Zeleste (Milenio), un recorrido muy bien expuesto y documentado por la música progresiva catalana de la década de 1970. Hace un par de meses ha vuelto a acercarnos a ese mismo espacio cultural y musical con la publicación de Máquina! Quintaesencia underground (Milenio): rock, jazz, psicodelia y contracultura borboteando en la biografía de uno de los grupos que impulsaron la renovación de la música popular española en los últimos años de dictadura franquista.

Máquina! fue una banda pionera del rock progresivo y del jazz-rock en España y a lo largo de los 19 capítulos del libro Àlex Gómez-Font nos cuenta su historia. En ella destaca cómo un grupo de músicos veinteañeros dieron salida a sus ideas musicales intentando hacer algo personal y diferente a lo que había, en un contexto muy poco favorable para ello. La narración recorre diferentes momentos importantes de su vida pública durante los cuatro años que estuvo en activo, los frecuentes cambios de músicos en su formación, los problemas que éstos enfrentaron para sobrevivir en el mundo musical de la época, sus conciertos más importantes y los discos grabados –toda su discografía ordenada y reseñada, con especial atención a las grabaciones de sus dos álbumes: Why? (1970) y Máquina! en directo (1972)–.

Así, Máquina! aparece como un referente en la música de la contracultura española de la época. Fundado por Enric Herrera y Jordi Batiste en la primavera de 1969, hasta su disolución a finales de 1972, vivieron cuatro años vertiginosos, plagados de obstáculos y dedicados fundamentalmente a sobrevivir haciendo la música que les gustaba y que no casaba con el contexto comercial de la época. Como otros músicos y bandas coetáneas –Pan & Regaliz, Música Dispersa, Vertice, Om, o Pau Riba– se movían por intuición, sentido de libertad creativa y curiosidad e interés por lo que pasaba en la música que se hacía fuera del país. Su primer álbum, Why?, el disco del croasan y el reloj, es uno de los discos más emblemáticos del rock progresivo español y su imagen de portada se ha convertido en emblema del mundo contracultural en el que se fraguó su música.

Cubierta de 'Máquina! Quintaesencia underground'. / D. S.

Máquina! fue una referencia para toda una generación de músicos en Cataluña, por sus filas pasaron muchos músicos que con el paso del tiempo acabaron siendo reconocidos profesionales de la música. Enric Herrera, Jordi Batiste, Lluís Cabanach, Josep Maria París, Carles Benavent, Salvador Font, Carlos Avallone, Josep María Vilaseca Tapi, Ricardo Solís son algunos de ellos.

La falta de apoyo y de una estructura profesional que permitiera a los músicos vivir de lo que hacía la banda imposibilitaron su continuidad. Mantener el grupo vivo durante cuatro años, en una época tan compleja, luchando por sacar adelante un proyecto musical ambicioso, singular y al margen de concesiones comerciales tiene un enorme mérito. Máquina! ha quedado como una referencia en la memoria histórica del rock y el jazz de nuestro país.

Un año después de la disolución definitiva de Máquina!, 1973, se abrió al público la sala Zeleste en Barcelona, un suceso que cambió todo el panorama musical catalán. Con Zeleste, por primera vez, los músicos encontrarán un lugar donde actuar regularmente y dar salida a sus proyectos. Además de ser una sala de copas y de música en directo Zeleste creará un sello discográfico, una oficina de gestión-contratación y una escuela de música. Su creador, Víctor Jou, estableció un local que catalizó y proyectó toda la música que estaba surgiendo en el ámbito musical barcelonés y que no tenía cabida en los circuitos convencionales de salas. Creó toda la infraestructura necesaria en torno al negocio musical que en aquel momento no existía.

La sala Zeleste es el eje del otro libro de Àlex Gómez-Font: Barcelona, del rock progresivo a la música layetana, Zeleste que complementa el anterior a la vez que lo amplía. En él se relata el movimiento de la música layetana en la Barcelona de la década de 1970, sus antecedentes con la llegada del rock a la ciudad, el surgimiento de la Nova Cançó, la escena jazzística que fragua en la ciudad entre los músicos más jóvenes, el nacimiento de las discográficas Edgisa, Concentric y Als 4 Vents, la aparición de El Grup de Folk con Pau Riba y Jaume Sisa, la apertura de la sala Zeleste o la organización del Canet Rock. A la vez que muestra el contexto social del que surgió toda la escena musical barcelonesa relata su desarrollo hasta su total descalabro a finales de la década con el cierre de la sala Zeleste, la quiebra de las discográficas y el desplazamiento de la industria musical a Madrid.

Portada del libro sobre Zeleste. / D. S.

De los cinco capítulos que componen el volumen, el cuarto es el más extenso y el de más interés, se titula “Zeleste y su época” y muestra la cultura alternativa en Barcelona a partir de mayo de 1973. Gómez-Font trata de establecer un conjunto de características e influencias estéticas de los músicos y apunta varios factores, por un lado el deseo de modernidad, hacer música moderna como la que llegaba desde fuera del país, improvisar con libertad en el escenario y Miles Davis. Apunta a todo el espectro jazz-rock internacional de la época, fundamentalmente a Frank Zappa y a los grupos de Canterbury –Soft Machine, Gong y demás bandas–, también a la salsa latina y subraya la mirada de todos los músicos al Mediterráneo y a las tradiciones musicales próximas. “A partir de toda esa mezcla podías coger a Miles Davis y mirar hacia el Mediterráneo” apunta Xavier Batllés a la vez que Víctor Jou y el guitarrista Toti Soler coinciden en apuntar que la mayor influencia fue el jazz y particularmente el jazz eléctrico de Miles Davis –In a Silent Way (1969) y Bitches Brew (1970)– como el punto de partida de prácticamente todo el mundo. Partiendo de influencias externas los músicos crearon su propio lenguaje y modelaron el estilo y la personalidad de cada uno de los grupos, muy diferentes entre si, aportando una nueva manera de entender y hacer música con un cambio de estética que rompía con el modelo imperante en la música popular.

Logotipo de la sala Zeleste.

Otro punto de interés del libro son el listado discográfico que aporta referenciando las grabaciones más importantes y la reseña histórica que se hace de la mayoría de los grupos y músicos que formaron parte de la música layetana entre los años 1969 y 1979: Tapiman, Jarka, Ia & Batiste, Fusioon, Secta Sònica, Orquesta Mirasol, Iceberg, Orquesta Platería, Companyia Elèctrica Dharma, Mirasol Colores, Barcelona Traction, Blay Tritono, Música Urbana, Jordi Sabatés, Toti Soler, Pau Riba, Gato Pérez, Jaume Sisa, entre otros muchos más.

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