Otra visión de los complejos años 80
El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo indaga, a partir de la revista 'Figura', en la construcción de la imagen estética de una década optimista que conoció el retorno a la pintura.
En 1983 el pintor Rafael Agredano, entonces un joven en el tránsito de la vida estudiantil a la profesional, escribió un artículo de encargo para el número 0 de la revista sevillana Figura titulado "Titanlux y moralidad" que, con toda su osadía e ingenuidad, acertó a captar la energía del momento y la de un grupo de jóvenes, amigos entre sí, que querían hacer una publicación que diera su punto de vista sobre lo que estaba ocurriendo en el arte internacional y hablara de lo nuevo utilizando "un lenguaje ad hoc, diáfano, comprensible". "A la pintura le falta cabaret, le sobra espíritu conventual, moralidad, trascendencia y muchas éticas mal entendidas cuando no falsas", escribía Agredano en ese hoy célebre texto recientemente recopilado por la editorial Metropolisiana.
Su llamada a un arte que "no fuera aburrido, serio ni soberbio" coincide en el tiempo con el debate sobre la transvanguardia italiana, la figuración libre francesa y con las estrategias de mercado del neoexpresionismo germánico, referencias todas ellas que de un modo u otro discutirán los artistas que van a conformar el Grupo de Figura o el Grupo de Sevilla, jóvenes deseosos de pintar "lo que tendrían que estar pintando por edad y circunstancias", según Agredano, "en lugar de un sucedáneo de la pintura americana de los 50 hecha desde Europa".
Figura comenzó en 1983 como un fanzine y, cuatro años más tarde, se había convertido, desde Sevilla, en una publicación referencial del arte y la crítica españoles. Los diferentes intereses de los tres creadores más identificados con su desarrollo (Guillermo Paneque, que sería su director, Rafael Agredano y Pepe Espaliú) contribuyeron a dibujar lo que sucedía en el arte internacional y atrajeron la firma de críticos que empezaban a despuntar, como Kevin Power, José Luis Brea, Mar Villaespesa, Juan Vicente Aliaga o Berta Sichel, que luego han sido fundamentales en la escritura y teoría del arte. El número 0 contó con una portada de Luis Gordillo (al que se le dedica una jugosa entrevista), uno de los artistas, como Miquel Barceló o Guillermo Pérez Villalta, que contribuyeron con obras originales a la publicación.
Es precisamente con varias obras de Gordillo datadas en 1983 y con los dibujos originales de Agredano para el número 0 de la revista -como su célebre San Sebastián asaeteado por pinceles- como arranca la exposición A partir de Figura. Una posible lectura de los 80, con la que el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) indaga hasta el 20 de abril de 2014 en la construcción de la imagen artística de esa década prodigiosa y compleja que coincidió además con el arranque de la autonomía andaluza y el traspaso de las competencias en cultura.
Esta deslumbrante muestra reúne 164 obras -entre las de gran formato, muchas procedentes de colecciones como La Caixa, el Reina Sofía, el Macba o el Museo Patio Herreriano- a cargo de 46 artistas tan destacados como Anish Kapoor, Basquiat, Chema Cobo, Cristina Iglesias, Curro González, Joseph Beuys, Juan Muñoz, Juan Navarro Baldeweg, Julian Schnabel, Miquel Barceló, Sigmar Polke o Pepe Espaliú. "No es una exposición sobre la revista Figura sino una mirada a los 80 a partir de la revista", aclara Juan Antonio Álvarez Reyes, director del CAAC y el comisario junto a la conservadora del centro Yolanda Torrubia.
Siguiendo los números de la publicación, ambos han buscado obras "que o bien estuvieron reproducidas en la revista ilustrando algunos de sus artículos más destacados, o bien otras similares a las que ocuparon sus páginas centrales ". "Figura se hizo desde Andalucía pero con una clara vocación internacional. Coincidió con un contexto de crisis como el actual pero al mismo tiempo las perspectivas eran diferentes: un momento de cambio político y social que se tradujo en unas ganas tremendas de vivir y en esa voluntad de diversión que dio lugar a la movida madrileña", subrayó Álvarez Reyes.
La publicación, que llegó a editar ocho números (se despidió con uno doble en 1986), levantó acta de las principales tendencias internacionales en boga en los 80 y esta muestra del CAAC "las revisa también con los ojos de ahora". Hay muchas historias que se entrecruzan en el relato expositivo. Por ejemplo, el impulso al mercado del arte que propiciaron galerías como Juana de Aizpuru y La Máquina Española de Pepe Cobo; o la apuesta por la compra y difusión del nuevo arte andaluz a cargo de expertas como María Giménez o como María Corral, responsable entonces de la colección La Caixa, cuyos fondos aportan varias de las grandes joyas de esta cita.
"Ahora mismo hay varias exposiciones en el Reina Sofía que tratan los años 80 sin mostrar lo que fueron los años 80. Eso nos llamaba la atención. En el CAAC no lo hemos querido ocultar y damos un reflejo destacado de lo que fueron las tendencias dominantes: el retorno a la pintura y la vuelta de la pintura figurativa", reflexiona el director del centro. Esa mirada a lo que ocurrió en los 80 en Nueva York -por ejemplo, la obra de Schnabel, protagonista luego de una memorable muestra en el cuartel del Carmen de Sevilla- y en Europa a través de la transvanguardia italiana y del neoexpresionismo alemán, como reflejan los artículos que Figura dedicó a la pintura de Georg Baselitz, presente aquí con otra pieza espectacular, son parte del atractivo de un discurso atento también a la reivindicación de los lenguajes escultóricos a partir de 1985, como demuestran las obras de Anish Kapoor, Richard Deacon, Juan Muñoz y Cristina Iglesias, estos últimos colaboradores de la revista desde Inglaterra, donde continuaban su formación artística.
Cada número de Figura, con su portada a cargo de un autor importante ("sólo siete de ellas se han podido recopilar, pues el archivo de Figura como tal no existe", apuntó Álvarez Reyes), incluía también un dossier donde se analizaban cuestiones tan diversas como la película Un perro andaluz de Buñuel (un texto del hoy catedrático de la Universidad de Sevilla Fernando Martín), de la música de John Cage (del que se recuperan aquí algunas piezas sonoras y visuales) o de Joseph Beuys, al que se le dedicó el número 5 de la publicación y del que la muestra del CAAC in cluye una de sus escatológicas acciones grabadas.
"Los artistas andaluces fueron decisivos en la construcción de la modernidad", certifica Álvarez Reyes. Y es que, si lo que se ha dado en llamar la nueva figuración madrileña estuvo capitaneada por autores del sur, como Chema Cobo o Pérez Villalta, no menos importante fue la contribución de la generación posterior, estos creadores vinculados a Figura que convirtieron Sevilla en un foco de efervescencia estética al que volvieron sus ojos los coleccionistas, los museos y, por primera vez, la Consejería andaluza de Cultura. A la presencia de esos artistas -como Ricardo Cadenas, Fede Guzmán, Curro González y un largo etcétera, además de Paneque, Agredano y Espaliú- en las colecciones públicas andaluzas dedicará el CAAC a partir de enero la muestra Todas las revoluciones están hechas.
Para investigadores y público interesado, es de agradecer que el CAAC -que no editará catálogo de la muestra- haya digitalizado todos los números de Figura (ocho pantallas proyectan sus contenidos en la última sala del recorrido), que podrán verse y descargarse en su página web al igual que sucede ya con los seis números de la revista que impulsó la generación anterior, Separata.
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