Un viaje por Los Planetas

Un 13 de abril, según reza la promoción, se fundó el Granada C.F. o se produjo la avería en la misión espacial a la Luna del Apollo 13. El 13 de abril ha sido el día elegido también para el lanzamiento nacional del nuevo disco de Los Planetas, Una ópera egipcia, un disco que va a dar mucho que hablar en los próximos meses por las incursiones del grupo, de nuevo, en el mundo del flamenco y en el de la psicodelia. Los Planetas siempre saben cómo reinventarse y cómo sacar petróleo en pleno desierto. Lo que publican ahora puede resultar un disco monumental.

"¿El concepto del disco? No sé si hay un concepto en el disco o si hay muchos", dice J, el guitarrista y cantante de la formación granadina. "Lo que sí hay son canciones que tal vez sí tengan algún hilo argumental: se trata de que hemos arropado el disco en torno a adaptaciones de cantes flamencos".

"Ahora que Antonio Arias [líder de Lagartija Nick, la banda que realizó el disco Omega junto a Enrique Morente, y colaborador del grupo en este disco] dice que ha abandonado el flamenco y que Federico García Lorca es un asunto del siglo pasado, es cuando hemos decidido meternos nosotros en ese mundillo", comenta el cantante.

"Lo cierto es que hemos buscado cantes flamencos que no deben ni merecen perderse", dice Jota. "Nosotros nos hemos limitado a darles como un aire de modernidad para que la gente las valore. Son temas que están muy bien en su propio mundo, pero que nosotros no queríamos que se perdieran".

El título de Una ópera egipcia procede de una expresión flamenca que se solía aplicar a La Niña de los Peines cuando ya no había más calificativos que aplicarle ante alguna de sus brutales actuaciones, aunque la expresión es mucho más antigua. Tiene su origen en el estreno de la ópera Aída, de Giusseppe Verdi, en El Cairo. Con aquella ópera se quería conmemorar la inauguración del canal de Suez. Para el estreno, no se escatimó ni oro ni plata en los decorados o las vestimentas de los cantantes. Fue todo tan grandioso que la expresión llegó hasta el mundo flamenco.

Y es flamenco, mezclado con psicodelía y con pop lo que sirve como columna vertebral para Los Planetas en el nuevo disco. "Aunque, en realidad, nosotros nos hemos aproximado al flamenco como si fuésemos 'guiris'", dice J.

La banda ha contado con la colaboración de músicos de lujo, como Enrique Morente, de quien versionean un cante convirtiéndolo en un tema instrumental que abre el disco ["es como un homenaje a los grupos de los años sesenta del estilo de Los Pekenikes", señala J] hasta La Bien Querida, que canta un par de temas con Los Planetas, pasando por Antonio Arias, de Lagartija Nick.

"El flamenco tiene unos ritmos muy complejos y está lleno de riqueza", señala J. "Nosotros hemos pretendido adaptar esos temas a nuestros ritmos de rock y a nuestros propios recursos. Unos temas son más fieles a los originales y otros lo son menos".

Los Planetas lo que sí han hecho ha sido cultivarse a fondo en los diferentes palos flamencos y saber lo que tenían entre manos. "Una corona de estrellas, por ejemplo, está inspirado en una romera, que era un cante de amor puro, casto y platónico. Yo he escrito la letras sobre el tema habitual de las romeras", comenta el cantante.

El grupo también recupera algún viejo tema de su repertorio, como Soy un pobre granaíno, que ya apareció en un EP anterior. "Era una canción en la que estábamos trabajando pensada para este álbum", indica J. "Es una colombiana. No sé cómo te atreves es una de esas colaboraciones con La Bien Querida. "Es una vieja amiga del grupo y muy seguidora de Los Planetas. La invitamos para interpretar el tema La veleta, de La Niña de los Peines y, después de hacerlo, le gustó mucho el tema Cómo te atreves, de modo que también lo grabamos", relata el cantante.

Uno de los temas más destacados del disco es Señora de las alturas, unas alegrías de un cantaor legendario, Manuel Vallejo, a quien el grupo ha adaptado una letra para hacerla más acorde con el siglo XXI. A partir de ese tema, Los Planetas comienzan a adentrarse en su propio terreno. En La Virgen de la Soledad, una saeta de Fosforito con unas tarantas de La Niña de los Peines, el grupo imprime al final el aire psicodélico de los años sesenta. Ese tipo de experimentación se repite en Pastora divina, que cuenta con la colaboración de Enrique Morente. "A mí me recuerda mucho al tema Omega que Morente hizo con Lagartija Nick", explica J, "sobre todo por el tono oscuro".

El disco concluye con Los poetas, un tema experimental y electrónico que dura más de diez minutos y en el que J ha introducido una larga letra para dar rienda suelta a toda una experimentación sonora.

"La verdad es que hemos aprendido mucho haciendo este disco", comenta el cantante. "Siempre se aprende haciendo un disco. Si no encontráramos cosas nuevas que hacer, no haríamos nada". A finales de este mes, el grupo comienza ya con la gira promocional del álbum, uno de los discos más esperados de los últimos tiempo. Un experimento nuevo y planetario.