El triunfo de un músico concienzudo

Juan Antonio Fernández Montoya 'Barullo', José Tomás Jiménez, David Lagos y Antonio Moreno, con sus trofeos.
Juan Antonio Fernández Montoya 'Barullo', José Tomás Jiménez, David Lagos y Antonio Moreno, con sus trofeos.
Juan Vergillos La Unión

18 de agosto 2014 - 05:00

Como apostábamos la víspera, el cantaor jerezano David Lagos se alzó en la noche del sábado al domingo con los 15.000 euros de la preciada Lámpara Minera, el más prestigioso galardón de los que se conceden en el ámbito jondo. Y ello en virtud, no sólo de su gran interpretación del estilo estrella por estos lares, la minera, también por su versión de los cantes de Chacón por malagueñas y cartageneras, así como por sus seguiriya y cantiñas. Por todos estos palos obtuvo galardones que añadir al premio mayor. Para su participación en la gran final quiso el jerezano ofrecer alguna novedad respecto a la semifinal en el que volvió a ser el cante de más enjundia de la noche, la seguiriya. Lagos, emocionado y "sin creérmelo todavía", dedicó el premio a "mis pilares, que son mis tres hijos, mi mujer, mi madre y hermanos". En su dedicatoria tuvo también un recuerdo para Jeromo Segura, ganador de Lámpara Minera 2013, que le ha ayudado a preparar los cantes mineros.

Lagos es un profesional con casi 20 años de carrera, tanto en solitario como para el baile de Cristina Hoyos, Manuela Carrasco, Joaquín Grilo, Isabel Bayón, Israel Galván, Eva Yerbabuena, Mercedes Ruiz, etcétera. Un músico concienzudo y estudioso que se confiesa un enamorado de la historia de este arte. No obstante, con la obtención de la Lámpara Minera, espera que se le abran nuevas perspectivas laborales en ámbitos geográficos en los que hasta ahora se ha prodigado poco. Así será, sin duda, ya que lo más valioso de este premio, con serlo, no es lo estrictamente económico, como saben. No cabe duda de que un infatigable trabajador, como Lagos es de hecho, hará una inteligente gestión de este premio. Meritorios fueron también los finalistas, el onubense Sebastián Cruz, que ofreció una interpretación pulida del repertorio, y la almeriense María José Pérez, de bellísimo timbre vocal y enorme fuerza.

El premio mayor en la modalidad de baile, El Desplante Minero, dotado con 9000 euros, viaja a Sevilla en el cuerpo y el corazón de un nieto del Farruco apodado El Barullo, el hijo de la Faraona, que logró imponerse a Yolanda Osuna con una interpretación nerviosa, de enorme frenesí y gran frescura. El Barullo dedicó el galardón, como no podía ser menos, a su madre y a su abuelo, de los que heredó la pasión por este arte. Por su parte, la bailaora cordobesa ofreció una interpretación muy teatral y dramática.

El premio de guitarra, dotado con 6000 euros, recayó en el joven guitarrista manchegoJosé Tomás Jiménez Villalta, que optaba al premio en solitario, ya que fue el único guitarrista seleccionado para la gran final. Villalta optaba al Bordón Minero por segundo año consecutivo.

Finalmente, los 6000 euros del premio Filón para otros instrumentos los recogió el utrerano Antonio Moreno, que había hecho en la marimba una emotiva soleá con el cante de Juan José Amador al comienzo de la noche. De formación académica, Moreno colabora desde hace años con flamencos de la talla de Israel Galván o el propio Amador. Gautama del Campo fue el finalista en esta modalidad. El resto de los premios quedaron desiertos.

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