Carlos Navarro Antolín
La pascua de los idiotas
Cine
En La trinchera infinita, dirigida por Jon Garaño, Aitor Arregi y José Mari Goenaga, Higinio (Antonio de la Torre) tiene que encerrarse en un agujero en su propia casa: sus enemigos lo fusilarán si dan con él. Esa reclusión que pese al miedo y la incertidumbre en un principio se antoja pasajera, en espera de lo que ocurra en la guerra, se prolongará durante décadas. La falta de libertad no sólo trastornará a ese hombre: afectará también a Rosa (Belén Cuesta), su esposa, que lo apoya incondicionalmente pero que pasará de la resignación a la rabia y al resentimiento, y verá cómo su amor se pone a prueba.
Aquella pareja que en la ficción ni siquiera pudo cumplir su sueño de ver el mar hoy recorre mundo: La trinchera infinita se ha visto ya, gracias a Netflix, en 190 países, y la plataforma estrenará la cinta en EE UU el próximo 6 de noviembre, "en el momento en el que arranca la temporada de premios", señala el productor Olmo Figueredo, de La Claqueta PC, sobre lo oportuno de la fecha. Tres días antes, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España decidirá si el largometraje entra en la lucha por el Oscar a la mejor película internacional y se impone así a El hoyo, de Galder Gaztelu-Urrutia, y Lo que arde, de Oliver Laxe, las otras preseleccionadas. "Netflix ha sido muy generosa con La trinchera, que en febrero se estrenó en 190 países pero no en Estados Unidos ni Francia, los dos principales territorios cinematográficos", afirma Figueredo.
"Animados por los grandes resultados de visionados en streaming, y conscientes del potencial de la película, la plataforma decidió reservar el lanzamiento en EEUU a este otoño, posicionándola como una apuesta estratégica en plena campaña de premios (Globos de Oro, Independent Spirit Awards, Baftas, Gotham Awards, EFA)", informaban esta semana los responsables de La trinchera infinita, una producción de Irusoin, Moriarti Produkzioak, La Claqueta PC, La Trinchera Film AIE y la francesa Manny Films. "Hemos entrado en la short list de los Premios del Cine Europeo", añade Figueredo, "y estamos esperando si tenemos alguna nominación, lo que se sabrá en el Festival de Sevilla, donde todos los años se anuncian las candidaturas".
La película, que supuso la consagración del equipo de Loreak y Handia, obtuvo dos Premios Goya –actriz y sonido–, vio reconocidas la dirección y el guión en el Festival de San Sebastián y se hizo con el Premio Forqué, entre otros galardones, afronta también una nueva vida en Francia, donde se estrena el día 28, el miércoles de la próxima semana, en 130 salas con el título –parece que lo de las traducciones empobrecedoras no es sólo costumbre española– de Une vie secrète, y "donde ya estamos realizando preestrenos por más de 30 ciudades", precisa Figueredo.
El confinamiento al que obligó el coronavirus otorgó una nueva e inesperada lectura al encierro que padece su protagonista, tal como destacan los responsables del proyecto. "Durante este tiempo todo el mundo ha experimentado sentimientos, reflexiones e incluso miedos que han hecho que la película viaje desde lo más local e íntimo (un agujero cavado en una casa de la Andalucía del 36) hasta prácticamente cualquier lugar del mundo, y ha habido muchos espectadores que han relacionado su experiencia personal de tenerse que quedar en casa con la de los protagonistas de nuestra película", aseguran los productores. Para Olmo Figueredo, "es verdad que la película se ha resignificado. No era lo mismo verla el pasado año que durante el confinamiento. Montones de comentarios se identificaban de alguna manera con Higinio y Rosa, personajes de ficción que condensan las historias reales de mucha gente que en la posguerra tuvo que esconderse".
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