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La toma de contacto con los espíritus de Olivier Assayas

El director francés compite en el festival con su peculiar cinta de fantasmas, 'Personal Shopper'

Braulio Ortiz Sevilla

12 de noviembre 2016 - 02:34

En Personal Shopper, la cinta con la que Olivier Assayas logró el premio al mejor director en Cannes y que presentó ayer dentro de la competición del SEFF, el autor de Las horas del verano o Viaje a Sils Maria recurre a la peripecia de Maureen (Kristen Stewart), una estadounidense -la personal shopper del título- que trabaja en París y aguarda una señal de su hermano gemelo recientemente fallecido, para hablar de "una realidad que está ahí", la conflictiva relación del hombre con los muertos. "En el fondo de cada uno permanecen los que se han ido, pero ¿cuál es su estatus?", cuestionó ayer Assayas, que para acercarse al más allá firma una combinación de thriller y de película de fantasmas.

Un trabajo para el que, aseguró, ha tenido en mente a cineastas como John Carpenter, David Cronenberg, Wes Craven o Brian de Palma. "A este último lo admiro muchísimo, por obras como Impacto y Vestida para matar. Comprendió algo muy importante del cine de Hitchcock: la forma en que utilizaba elementos de género para hablar de temas complejos. Yo me reconozco en eso".

Sobre la mezcla de géneros de su largometraje, en la que la investigación de un asesinato se entrecruza en la trama con los contactos con lo paranormal de la protagonista, Assayas opinó que "no hay nada secundario" en el filme, aunque aclaró que no le interesa un guión milimetrado y ceñido a la lógica. "Necesitaba contar la historia de un personaje que vive un duelo. Pero creo que todas las películas tienen algo de sueño y algo de realidad tangible. Tengo la impresión de que cuando escribo me dejo llevar por lo inconsciente", apuntó.

En Personal Shopper, Assayas alude a la experiencia con el espiritismo de Victor Hugo y de la sueca Hilma Af Klint, pionera del arte abstracto, creadores que encontraron en lo esotérico una fuente de conocimiento. "Victor Hugo fue uno de los primeros en practicar el espiritismo. Habló con seres cercanos, como su hija, cuya pérdida nunca superó, y en sus sesiones creyó dar con personajes de la talla de Jesucristo o Shakespeare, y también con la encarnación del espíritu del drama. Estaba convencido de que esos diálogos se producían. Lo interesante es que esa conversación con personas del pasado no proyectaba a Hugo hacia algo arcaico, sino hacia la poesía del siglo XX".

En Personal Shopper, el director de la ambiciosa Carlos vuelve a colaborar con Kristen Stewart tras su inesperada alianza en Viaje a Sils Maria, el filme por el que la protagonista de la saga Crepúsculo -hoy alejada de las producciones más comerciales y embarcada en los últimos proyectos de Kelly Reichardt, Woody Allen o Ang Lee- se convirtió en la primera actriz estadounidense en hacerse con un Premio César. "Siempre he tenido mucha fe en establecer un encuentro entre propuestas que supuestamente no deberían encontrarse. Me gusta ver qué efecto produce, como cuando dos cosas entrechocan", declaró. "Siempre he creído que el cine es un lenguaje universal, que no tiene fronteras. Podía sentirme más identificado, hallar más rasgos en común, con directores de Taiwan que con mis compatriotas. Ya trabajé antes con Maggie Cheung, una estrella de cine chino", recordó. Y añadió sobre Stewart: "Cuando colaboras con actores conocidos, ellos te aportan su experiencia, su talento. Y yo sentía con Kristen que podía darle un nuevo espacio, libertad, que de nuestro intercambio podía salir algo estimulante".

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