Alba Molina | crítica
No lo es ni pretende serlo
Artes escénicas
Hace casi veinte años, en 2005, desaparecido ya el Instituto del Teatro de Sevilla, en el que se formaron muchos de los actores y actrices que pueblan hoy los escenarios y las pantallas del país, uno de sus profesores, también actor, decidió crear su propia compañía.
En aquel momento no había en Andalucía demasiadas propuestas de textos clásicos, así que pensó llenar ese hueco con grandes montajes de conocidos dramaturgos españoles.
También pensó -iluso él- que conseguiría los apoyos necesarios para tan noble tarea, pero las artes escénicas, salvo escasas excepciones, no han sido nunca una prioridad para ningún gobierno, ni local, ni regional ni nacional.
En cualquier caso, Juan Motilla, que de él se trata, fundó su productora y se rodeó de un equipo artístico de primer orden, en principio con Ramón Bocanegra (director de la compañía La Tarasca) como director y años después, y hasta hoy, con Alfonso Zurro en la dirección de escena y la dramaturgia, Curt Allen Wilmer en la escenografía (y “cuando puede y quiere” en el vestuario), Florencio Ortiz en la iluminación y algunos compositores, con Jasio Velasco como primer espada, para la música de los espectáculos.
Ahora mismo tenemos un entendimiento tal a la hora de trabajar que, salvo que alguno de ellos no pueda, este equipo para mí es sagrado”
“Ahora mismo tenemos un entendimiento tal a la hora de trabajar que, salvo que ellos no puedan, este equipo para mí es sagrado”, dice Motilla, quien aclara que para elegir a los actores, sí se hace un casting en cada montaje, ya que “lo justo es adaptar los actores y actrices a los personajes de cada obra, y no al revés, como tienen que hacer las compañías con elencos fijos”.
Desde sus inicios, Teatro Clásico de Sevilla ha realizado montajes de gran formato, como La dama duende, Don Juan Tenorio, la Celestina, El Buscón, Luces de Bohemia o El público (con el propio Motilla en el papel de Director), amén de algunos espectáculos para público familiar, como La Principita (con texto de Zurro), o el premiadísimo La Odisea de Magallanes - Elcano, realizado con textos de varios autores actuales, para la celebración en 2021 del V Centenario de la primera vuelta al mundo.
Y junto a los autores españoles, un clásico universal e inevitable como William Shakespeare. De este han realizado títulos como Hamlet, Romeo y Julieta y La violación de Lucrecia (presentado el pasado año en la Torre de Don Fadrique), y ya están preparando un Macbeth, que será el gran proyecto de 2025.
“En principio, teníamos comprometido su estreno en marzo de 2025 en el Teatro Lope de Vega, pero como sigue cerrado y no hay fecha aún para su reapertura, mucho me temo que tendremos que retrasarlo”.
Montar espectáculos tan grandes supone a veces un esfuerzo titánico. “Estamos viviendo un período bastante malo desde la pandemia y, aunque a nosotros no nos va mal, lo cierto es que tengo deudas. Yo, para la compañía, tengo dos naves alquiladas, dos coches… y este verano tengo 27 personas dadas de alta en la seguridad social. Es una responsabilidad enorme, sobre todo si no cuentas con las ayudas que creo que debíamos tener, pero no pienso abandonar, Yo no soy de tirar la toalla. Eso nunca”, afirma el productor.
Comenta también que esta mala situación, agravada en su caso por la salida de la productora de uno de sus pilares, como era Noelia Díez, no es solo del Teatro Clásico sino del teatro andaluz en general. En unos años han desaparecido numerosas empresas teatrales y, según los datos de la SGAE, las funciones que se han ofrecido este año en España son la mitad de las de años anteriores.
“Al margen de los problemas económicos, hay cosas que son inexplicables. Nosotros, por ejemplo, tenemos más de 80 premios, nuestros espectáculos agotan las localidades y tienen un marchamo de calidad -en el Matadero de Madrid estuvimos un mes el año pasado con El Público- y, sin embargo, no nos contratan en muchos teatros andaluces. En el Central de Sevilla jamás hemos estrenado nada, en el Falla de Cádiz hemos estado una sola vez hace años, con Luces de Bohemia; Jaén ni la hemos pisado…”
Mientras tanto, como un oasis teatral, en la hermosa torre de Don Fadrique, situada junto al Convento de Santa Clara, se presenta cada noche, de martes a sábado y hasta el 27 de este mes de julio, otro de sus montajes históricos: La estrella de Sevilla.
La obra, de las menos conocidas de Lope de Vega, se estrenó con siete actores y con gran éxito en noviembre de 2014, cosechando, entre otros, dos Premios de la Asociación de Directores de España (ADE): uno por la dirección de Zurro y el otro por la escenografía de Allen Wilmer.
Estamos viviendo un momento difícil, pero yo no soy de tirar la toalla. Eso nunca"
Según Motilla, “esta obra, que pocos conocen, fue una espinita que yo tenía desde 1989, cuando actué como actor en La reina andaluza, el primer montaje del Centro Andaluz de Teatro (CAT). Aquello fue un batiburrillo, porque yo creo que Carlos Gandolfo, el director de escena -no sé si porque era argentino y ajeno a nuestro concepto del honor-, no había entendido nada del texto. Así que en cuanto tuve ocasión, le pedí a Alfonso Zurro que la versionara y aquí sigue, tan viva como siempre”.
Junto a La Estrella de Sevilla, hay que señalar el enorme éxito que, al igual que el pasado año, están teniendo las visitas nocturnas teatralizadas al Real Alcázar, uno de los monumentos más visitados de la ciudad. Acciones escénicas producidas por Teatro Clásico y escritas y dirigidas por Alfonso Zurro, que tienen lugar de marzo a octubre los viernes y sábados. Las plazas, 45 espectadores por función, hay que reservarlas con mucha antelación porque se agotan en poco tiempo.
Y es que Teatro Clásico de Sevilla ha encontrado siempre la manera de llegar al gran público, apostando por el rigor y la calidad de sus montajes. De hecho, es considerada como una de las mejores compañías andaluzas, como demuestran los más de 80 premios que tiene en su haber el último de los cuales ha sido el Premio Max a la Mejor Producción por su labor en El público.
Respecto a este premio, que él mismo recogió el pasado día 1 de julio en Tenerife, confesaba el productor: “La verdad es que me siento orgullosísimo. El que una compañía sevillana, con la miseria que arrastramos, compita con las grandes productoras nacionales y se lleve el premio, ha sido algo realmente inesperado y esperanzador”.
También te puede interesar
Lo último
Investigación y Tecnología
Los beneficios del yoga invertido que potencian la concentración y ayuda a reducir el estrés