La superación a través del baile
La compañía El Punto! que dirige Fernando Lima avanza en su potente hibridación de danza contemporánea y hip hop con 'El Olimpo no es aquí', espectáculo que se estrena el sábado 16 en el Teatro Central
El bailarín y coreógrafo brasileño Fernando Lima ha puesto los ojos en la abrumadora presencia de los ídolos deportivos en la sociedad contemporánea para dar contenido y forma a El Olimpo no es aquí, el nuevo montaje de su compañía El Punto! Danza Teatro. Este espectáculo para cuatro intérpretes, que se estrena el 16 y 17 de este mes en la Sala B del Teatro Central de Sevilla, antes de su visita al Festival Cádiz en Danza (8 de junio, Sala Central Lechera), supone la consolidación del laboratorio creativo que Lima puso en marcha en 1999 junto a un grupo de bailarines de break dance entonces autodidactas, con los que creó Jaula de Grillos (2000) y Otra Metamorfosis (2001).
Sería sin embargo en 2011, a partir del reencuentro entre el coreógrafo y algunos de aquellos jóvenes -que en ese lapso habían pasado por las aulas del Centro Andaluz de Danza (CAD) y constituido una nueva agrupación de break dance, Crazy Zoo-, como surgió Animals' Party, obra donde cristalizó una forma de bailar inédita en la escena andaluza y con la que han estado tres años de gira. Su mescolanza de disciplinas se intensificó con Reconstrucción y se muestra ahora todavía más potente en El Olimpo no es aquí.
"Para mí los espectáculos son siempre procesos abiertos. Me interesan las mezclas de lenguajes y, al llevar ya cierto tiempo trabajando juntos, he podido ir más allá en este diálogo. El deporte aquí es una metáfora para hablar de nosotros mismos, de nuestra cotidianidad. El Olimpo está arriba, o al menos en otra parte, y frente a los dioses no somos nada. Las ideas de competitividad y superación están muy presentes en este proyecto donde los cuatro intérpretes dan un salto increíble como actores y como bailarines. Es un trabajo lleno de capas, de conciencia corporal, de rabia y lirismo", explica Fernando Lima.
Para Manuel Acuña, de 32 años y el más veterano de los cuatro intérpretes, éste es su cuarto reto con El Punto! desde que se uniera a la formación en 2003. Mas conocido como Bboy Shagi en los ambientes de street dance, tuvo siempre la inquietud de crecer artísticamente y abrirse a otras disciplinas, si bien es el único del equipo que no ha pasado por las aulas del CAD. "Como bailarín, trabajar con Fernando Lima es muy enriquecedor y, personalmente, lo considero un privilegio, porque a través de un proceso creativo muy exigente te enfrenta con facetas de ti que no conocías y te incita a investigar la danza", valora Acuña.
Él comenzó a bailar en 1999 y continúa reuniéndose con sus colegas en las calles y plazas donde, como en el pasaje de La Campana, el hip hop andaluz muestra su fortaleza. Tanto Acuña como los otros tres intérpretes de este Olimpo (Daniel Gómez, Sergio Fuentes y Álvaro Silvag) son testigos y protagonistas de la evolución del break dance sevillano desde sus iniciales posiciones de suelo a ese New Style que hoy se enseña en las academias privadas más punteras de la capital andaluza, como Sevilla Dance Center, donde Sergio Fuentes ha impartido clases.
La calle permanece así como el caldo de cultivo y la inspiración de estos cuatro bailarines a los que Lima conduce a una nueva estación de su desarrollo interpretativo apoyándose, como es habitual en él, en un espacio escénico en el que las videoinstalaciones artísticas y el universo sonoro cumplen un marcado papel. La música creada ex profeso por Depipió, responsable también del atrezzo, el diseño de iluminación de Diego Cousido y el vídeo que el director Óscar Clemente (otro de los rostros de la Generación Cinexín revisada días atrás en el seminario organizado por Asecan, la US y el SEFF) ha realizado con fragmentos de películas de dominio público de la Colección Prelinger, sostienen esta pieza de gran carga simbólica.
Lima reconoce haber consultado, durante los dos meses que pasó en Brasil concibiéndolo, numeroso material sobre competiciones y juegos olímpicos. "Desde fotografías de deporte de Ramón Masats, Collier Schorr o José Antonio Hernández-Díez a vídeos y fotos de Leni Riefenstahl, grabaciones antiguas de Olimpiadas... y muchas imágenes de deportistas en la publicidad, la moda y la televisión. Además de las instalaciones de Cildo Meireles, un artista brasileño que me resulta profundamente inspirador", apunta sobre los impactos iconográficos que le pusieron en el camino de este Olimpo.
A caballo entre sus dos mundos, Brasil y España, donde reside desde hace más de dos décadas, Lima tiene una perspectiva bastante clara del papel que los medios de comunicación han jugado en la entronización colectiva de los futbolistas y otros deportistas de elite a los que se presenta como modelos sociales para los jóvenes de todo el mundo sin que sus conductas sean siempre ejemplares. "Los deportistas son los nuevos dioses del Olimpo, pero muchas veces no por su brillante conducta. Son un espejo de una sociedad competitiva, en la que se premia el juego sucio con tal de que el resultado final sea el triunfo. El deporte, en muchos sentidos, está más cerca del espectáculo y del negocio que de una competición para mejorarse uno mismo", reflexiona sobre el punto de partida de este retador montaje de una hora de duración estructurado en siete escenas y con los cuatro intérpretes constantemente sobre el escenario.
Para Daniel Gómez y Sergio Fuentes, miembros de El Punto! que, tras iniciarse como bboys, ampliaron su formación en los talleres del Centro Andaluz de Danza y en escuelas privadas, así como trabajando para otras compañías de baile, circo y acrobacia, "Fernando Lima ha querido reflejar en esta obra que estamos en las nubes y a menudo nos creemos dioses como Zeus y nos consideramos mejores que los otros. Esa constante competición con nosotros mismos y con los demás está muy presente: hay muchas coreografías pero la idea de contienda, de rivalidad, de juego nunca se aleja. Hay un pulso entre la competividad sana y el deseo de fama".
Igualmente la característica hibridación de lenguajes coreográficos de la compañía se aplica aquí a su aproximación a los códigos deportivos. "Aunque trabajamos con conceptos como el asfalto, el agua, el césped y la tierra, con nuestros movimientos nunca representamos abiertamente un deporte concreto. Nunca somos puramente futbolistas o nadadores, por ejemplo; los movimientos de un jinete se entrecruzan con los de un jugador de golf en una constante transición de movimientos. Somos muy dúctiles y verás acrobacias de break, pasos de contemporánea... pero las piezas son mestizas y no sabrías decir qué disciplina concreta manda en cada una", señala Sergio Fuentes, de 27 años.
El trabajo que desarrollan con Lima ha permitido a estos jóvenes conectar con sus raíces en una suerte de viaje de ida y vuelta de las calles a los teatros de danza contemporánea de toda España y de países receptivos a estas propuestas, como Francia. Su espectáculo Animals' Party, estrenado en la sala La Fundición de Sevilla sin ninguna subvención, es un ejemplo de generación de empleo en un contexto muy difícil para la danza por la falta de ayudas públicas y de compromisos estables con esta disciplina.
En El Olimpo no es aquí algunas cosas han cambiado, por fortuna. Esta producción, en la que colabora la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales de la Junta de Andalucía, contó con una residencia creativa en la Casa de las Artes de Alanís de la Sierra -que permitió a Lima sumergir a los cuatro bailarines en el mundo conceptual que quería desarrollar- y, después, con la ayuda del Conservatorio Profesional de Danza de Sevilla, donde han realizado gran parte de los ensayos. A ello se suma ahora el Teatro Central de Sevilla, "cuyo equipo se ha implicado muchísimo con nosotros; es un lujo y una ventaja hacer los pregenerales en el espacio donde vas a realizar el estreno absoluto", continúa Lima.
La frescura y la rebeldía característicos de la escena callejera continúan muy presentes en esta pieza que resulta de una exhaustiva investigación de los materiales del cuerpo asumida por el director y coreógrafo junto a cada bailarín. Los guiños teatrales y la solemnidad de los solos de baile -los de Acuña, más abstractos, contrastan por ejemplo con los de Daniel Gómez Montilla (Dani Zoo en la escena break dance), cuyo carismático personaje hace guiños al futbolista Cristiano Ronaldo- le imprimen carácter a una propuesta que nunca olvida la ironía y donde puede admirarse la mixtura de la danza contemporánea, el break dance y el hip hop.
"Este espectáculo ofrece muchas lecturas. Cada uno de nosotros ha dado un paso adelante importantísimo en su evolución estilística", confiesa Acuña, cuya danza conocida como hilos o nudos en el argot callejero dejará boquiabiertos a quienes aún no le han visto en acción.
El más joven, el cachorro de la compañía, es el gaditano Álvaro Silvag, nacido hace 21 años en Sanlúcar de Barrameda. "Comencé de modo autodidacta a bailar break dance a los 14 años . La escena en Sanlúcar está muy viva y nos ayudamos mucho unos a otros. Luego me mudé a Jerez, donde empecé a bailar danza contemporánea en la escuela y de ahí pasé a Sevilla para estudiar en el CAD. Fernando Lima contactó conmigo a través de referencias de otros bailarines y me habló del proyecto. Es una experiencia nueva para mí pero estoy muy contento", explica Silvag.
Su presencia en el equipo ilustra la potencia de la cantera andaluza de break dance, que el Festival Cádiz en Danza ha reconocido seleccionando a Daniel Gómez para impartir por primera vez un taller de danzas urbanas como complemento a la participación de la compañía en la muestra. Antes de esa cita, El Olimpo no es aquí se estrenará en una de las salas más comprometidas con la danza contemporánea del país, La Fundición de Bilbao, el fin de semana del 23 y 24 de mayo.
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