El sueño de Manuel Carrasco con Sevilla

Concierto Manuel Carrasco en Sevilla

Manuel Carrasco actúa este viernes en el Estadio Benito Villamarín para presentar 'La cruz del mapa'

Las entradas para el concierto se agotaron en sólo unas horas

Manuel Carrasco en su concierto sorpresa en la Plaza de España el pasado diciembre.
Manuel Carrasco en su concierto sorpresa en la Plaza de España el pasado diciembre. / Juan Carlos Muñoz

Nació en Isla Cristina (Huelva) pero en Sevilla lo quieren como si fuese un vecino más. Manuel Carrasco, uno de los artistas andaluces más internacionales, ofrece este viernes en el Estadio Benito Villamarín un concierto (para el que agotó entradas en cuatro horas) y sus seguidores sevillanos lo esperan como a todo un Mesías de la música. El onubense, que está de gira por España presentando su último trabajo, La cruz del mapa, ya puso la miel en los labios a sus fans sevillanos el pasado diciembre. A modo de carta de presentación y como un regalo sorpresa, el cantante ofreció un concierto gratuito en la Plaza de España en el que interpretó algunos de los temas de su nuevo disco y otras clásicos de su carrera. Ahora, el de Isla Cristina vuelve a la ciudad para rematar aquella noche en el Parque de María Luisa y regalarle a sus seguidores otra noche olímpica.

Una bonita relación con Sevilla

No es la primera vez que Manuel Carrasco pisa un escenario sevillano, aunque tal vez sea la ocasión en la que mayor expectación genere. El artista, que empezó tocando en pequeñas salas, ha ido ampliando su aforo en cada visita a la ciudad. De las pequeñas salas pasó a espacios mayores, como el Teatro Lope de Vega o el Teatro de la Maestranza. Con conciertos en formato acústico, el de Isla Cristina siempre colgaba el cartel de no hay billetes.

De ahí que, en muchas ocasiones, tuviese que ampliar fechas o trasladar su espectáculo a espacios con un mayor aforo, como el Auditorio Rocío Jurado, donde actuó por última vez en junio de 2014. Aunque el verdadero salto lo dio en 2016. Aquel año, en el que también recibió la Medalla de Andalucía, Manuel Carrasco batía récords al congregar a 45.000 almas en el Estadio Olímpico.

Todo un espectáculo, aquel concierto reunió sobre el escenario a artistas de la talla de Miguel Poveda y Vanesa Martín, que no quisieron perderse el concierto de su compañero. Bajo el nombre de Una noche olímpica, haciendo juego con el nombre del estadio, el espectáculo se grabó de manera íntegra y salió a la venta esas navidades.

Aquel concierto le puso el listón muy alto al onubense quien, además de sus temas de siempre, le compuso una canción a Sevilla con la que el público terminó de enamorarse de sus letras. Repasando a los grandes personajes que la ciudad le ha dado al mundo y sin olvidar los grandes baluartes de Sevilla, Manuel Carrasco piropeaba a Sevilla. Sevilla/ya no hay remedio/y tengo miedo Sevilla/de que ahora que más te quiero/te me vas pa’ la otra orilla/que yo la quiero a las dos/que yo la quiero a las dos/a Sevilla y a Triana/a Sevilla y a Triana/que es lo mismo pero no, cantaba el isleño. Con letras como ésta, el cantautor se consagró para su público como uno de los maestros de la poesía a nivel nacional. Pero antes de serlo, Carrasco tuvo que luchar contra todo tipo de elementos.

Con un sello personal desde sus comienzos

Concursante de Operación Triunfo en su segunda edición (2002), el compositor cargó con el estigma de triunfito durante muchos años. Participar en el reality, a pesar de abrirle muchas puertas, hizo que tanto la industria musical como el público viera al cantante como un mero producto.

Incansable y testarudo, aquel chaval que tocaba la batería en la taza del wáter de su casa y cantaba por dos perras en el bar donde su padre descansaba al volver de faenar con su barca desafió a la industria y a la crítica. Lanzó al mercado un primer trabajo, Quiéreme (2003), cuyo tema Que corra el aire sonaba en todas las emisoras. A este le siguieron Manuel Carrasco (2004), Tercera parada (2006), Inercia (2008), Habla (2012), Confieso que he sentido (2013), Bailar el viento (2015) y el más reciente, La cruz del mapa (2018).

En todos y cada uno de sus discos, Manuel Carrasco deja una impronta personal que se refleja en sus letras. Si bien el estilo musical del cantautor ha ido variando con el paso del tiempo, con aires más flamencos en algunos de sus temas y otros más poperos, sus letras no decepcionan a nadie. Con canciones como Mujer de las mil batallas, Que nadie, No dejes de soñar, Soy afortunado o Desde aquí del otro lado, el artista toca la fibra de sus seguidores y crea momentos de magia en sus directos.

En perfecta sintonía con su público

Un tímido que se ha hecho valiente gracias a la profesión, Manuel Carrasco sabe adaptarse tanto al público frente al que toca como al formato que ofrece. Si se trata de un concierto en acústico, hace acopio de baladas y de temas más sentíos; si le toca vivir un macroconcierto, saca su lado más movido y combina temas agitados con otros en los que sólo se acompaña de su guitarra.

Una imagen del público en el concierto que Manuel Carrasco ofreció el pasado diciembre en la Plaza de España.
Una imagen del público en el concierto que Manuel Carrasco ofreció el pasado diciembre en la Plaza de España. / Juan Carlos Muñoz

En perfecta sintonía con el público, que siempre le demuestra afecto al grito de ¡Lolo, Lolo!, Manuel Carrasco pierde el sentido de la vergüenza cuando se sube a las tablas de un escenario. Allí, lo mismo canta por carnavales, que habla de su infancia, que recuerda que un día tuvo un sueño, "uno de los más grandes, y que Sevilla es testigo y culpable de que ese sueño se esté cumpliendo". Este viernes, el onubense volverá a soñar y será el Benito Villamarín el que le dé alas para hacerlo.

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