La hazaña más épica de SFDK

SFDK | concierto

El grupo protagonizó un evento único ante más de 60.000 asistentes para celebrar su 30 aniversario en el Estadio de La Cartuja

Es el primer grupo sevillano que consigue este hito

Fotos del concierto de SFDK en Sevilla

Búscate en el concierto de SFDK en Sevilla

Concierto épico de SFDK en el estadio de la Cartuja de Sevilla / José Ángel García

Anoche la música sevillana se vistió de gala. ¿Habían visto ustedes alguna vez que una banda de nuestra ciudad colapsara un recinto con 60.000 espectadores, como ocurrió ayer en el Estadio de La Cartuja? Nunca. Eso solo lo ha conseguido SFDK, con uno de esos conciertos suyos, que siguen siendo uno de los actos más emocionantes en los que podamos estar. Pero esa no fue la única cifra épica de esta celebración de sus 30 años de carrera. Lo fue también la del número de piezas que interpretaron: desde que tras el video de introducción comenzaron con Sin miedo a vivir, hasta que terminaron con Pobre con dinero, conté hasta 56 canciones, si no me dejé por ahí alguna más. Llámenlas canciones, llámenlos temas, refiéranse a ellas como rimas, pero todo lo que se dijo en ellas seguía siendo relevante después de treinta años, políticamente potente, y Zatu, respaldado por Acción Sánchez, no paró de escupirlas, apretadas y agresivas, dirigiéndose a la masa que se movía hacia atrás y hacia adelante con sus puños firmemente en el aire, formando un tsunami humano de proporciones épicas.

Épica; una palabra que también podemos aplicar a la manera en la que SFDK ha conseguido todo esto que celebraron aquí a lo grande, porque ellos nunca han grabado en un sello multinacional, nunca han tenido apoyo de ninguna empresa discográfica poderosa, y aun así se convirtieron en un referente del rap nacional y latinoamericano tras mil vueltas -título de su primera grabación- y manteniéndose siempre fuertes -como titularon su primer disco-, del que extrajeron anoche Una de piratas y Oscar domina, convirtiendo el final de una en el inicio de otra. Y eso da pie a mencionar una más de esas cifras épicas, la relacionada con la escenografía, siempre en continuo movimiento, hasta una docena de entradas y salidas del escenario, en algunas de ellas con cambios de vestuario y estilismo: ahora salimos como si fuésemos a la cancha de basket, ahora sacamos un outfit acorde al 30 aniversario… cuatro horas de tiempo presente convertido en eterno dan para mucho.

Acción Sánchez, DJ de SFDK
Acción Sánchez, DJ de SFDK / José Ángel García

Mucho. Otra palabra para la épica de los números desbordados anoche, el de artistas invitados; cuando iba por el veinte perdí la cuenta. Hay que destacar a la banda de Hermanos del Groove en un bloque como el que ya tuvieron en la celebración del 25 aniversario en el CAAC, apareciendo en Latidos para mantenerse en distintos formatos hasta desaparecer del todo tras Defectos y taras; también al madrileño Swan Fyahbwoy, que fue el primero en aparecer para colaborar con SFDK en la tercera de las canciones, Todo lo que importa, en la que compartía con los sevillanos la autoría de la letra, y más tarde en Seguiré al sol; tras él llegó Beret para ponerse con la Cara B que ya grabase con ellos originalmente; Bajo el mismo sol que SFDK se metió Little Pepe para hacer que todos gritásemos al unísono yo quiero sentirme libreeee; para el Blues del condenado apareció Lía Kali, más tarde también para iluminarnos con un Cachito de luz. De los mejores momentos de la noche fueron el acompañamiento de Ander Valverde, fundador de Green Valley, en Nunca pararé y cuando Zatu nos contó la historia de ese héroe de barrio de pacotilla que era El Niño Güei, con los coros de Anita Franklin y Cheché, las mismas que pusieron sus voces en la grabación original del tema para el 2005. El Límite y el Kharvo se unieron para unir también a su vez Nacido en el asfalto -otra incursión a su primer disco, prácticamente recitada por Zatu- con Del barrio para el barrio; Juaninacka se marcó unos Bailes de salón, interpretada sin solución de continuidad después de que Zatu dejara de Fumar cagando, para estar otro rato más haciendo Al filo; Nach y SFDK volvieron a unirse con El Chojín para revitalizar Los PRO, después de trece años, como pasó antes con Los funkcionarios cuando salió al escenario Andreas Lutz, revitalizado y genial. Y así iban y venían unos y otros, sin forzar el flow, a todos se les caía de las manos; el último en aparecer fue Kase.O para Señores en el brunch, todos en torno a una mesa con comida y bebida, rematada con Ringui Dingui y dejarnos a todos gritando con él ¡Viva el rap! antes de que todo terminase con Yo contra todos y la antes mencionada Pobre con dinero. Y por supuesto, mención especial para Legendario, que no es que apareciese para una colaboración, porque él forma parte de SFDK. Sin él los estribillos no serían lo mismo; alargaba finales, incitaba al público a que participase, era el perfecto maestro de ceremonias.

Zatu y Legendario
Zatu y Legendario / José Ángel García

Maestro; Zatu era el mayor de todos. El contenido de lo que hizo y de lo que dijo era social y político, pero no lo suficiente como para obstaculizar la diversión; también hubo espacio para la filosofía resonante y la introspección meditativa. El primer speech lo lanzó antes de decirnos que Está tó feo; su conjunto de referencias mediáticas, su estilo de brindarnos alusiones conocidas por todos; sus imágenes, que iban desde las familiares a las psicodélicas, y la elevación de las bromas personales a lo simbólico, ofrecieron opciones muy necesarias en el mundo del rap y elevaron este estilo a una forma de arte mayor. Todos los acompañantes les dieron vida a las deliciosas producciones, pero cuando el que tenía que dársela a uno o más MCs era el DJ solo, desde su consola, Acción Sánchez conseguía que las melodías fuesen igual de electrizantes. Treinta años han pasado. Pero aún no ha concluido el legado de SFDK. Esta fiesta no ha terminado. En otro de los speeches de Zatu, antes de Volver, preguntó a la masa si muchos habían estado en el concierto del 25 aniversario y aunque el 18 de octubre den en Madrid un concierto tras el que tendrán una larga parada, anunció que habrá también un 35 aniversario; ¿alguien va a volver?, preguntó. Todos le contestamos que sí; claro que sí, Zatu. Y más gente todavía si caben, atraídos por el extenso boca a boca que generará esta actuación tan icónica.

Icónica. Otra palabra importante esta noche. Icónica es la marca de fábrica de Green Cow, la productora que saca adelante el Icónica Santalucía Sevilla Fest y este grandísimo concierto de SFDK, para el que es necesario, aparte de muchísimo esfuerzo y dinero, todavía más contactos excelentes y una buena reputación, porque de otra manera no me explico cómo han podido sonorizar el estadio con un sistema como el de L-Acoustics, que mantiene una lista de espera de más de dos años para trabajar con ellos. Anoche llenaron todo el cielo del estadio con repetidores que debían habernos permitido escuchar lo que salía del escenario como nunca antes en este estadio, pero no pudieron vencer las dificultades que presenta la acústica de este recinto, sobre todo en un concierto en el que entender lo que dicen los raperos es esencial. Cuando miles de gargantas gritábamos de costa a costaaa, de esa forma debería haberse escuchado todo el concierto. No se consiguió; aunque la música de SFDK voló en libertad y nos unió en una comunión fraternal.

Zatu
Zatu / José Ángel García

Fraternal. Así fue el abrazo entre Zatu y Acción Sánchez. Treinta años ya juntos. Los dúos funcionan, nos decía Zatu desbordando humor, mirad si no a Estopa y Los Del Río. El futuro está en manos de dúos como Natos y Waor, los que salieron para acompañarle en Sin-ceros. Fraternidad es la que hubo entre todos los Malviviendo que, junto a Zatu, convirtieron en Orgullo banderillero el Orgullo titiritero que habían demostrado momentos antes David Sainz y Legendario. Ya puestos, no me quiero dejar atrás ningún nombre; Sara Socas estuvo magnífica en Sentir, así lo demostraron los brazos en alto de todo el estadio batiendo palmas para ella, Shabu lo mismo se lució en Twitter como solista que en Años muertos compartiendo coros con Trizia; salió Rapsusklei en Está tó feo, Sho-Hai en Pichón break, Bejo en Pompa, Falsalarma en Alma ligera, La Excepción en La calle está candela, con Little Pepe otra vez sobre el escenario. Kaze bailó el Mambo y ayudó a Zatu a ajustar cuentas con el pasado en Agua pasá. Y pasando fue la noche.

Noche. La aliada de Zatu; he escrito mis mejores letras cuando ella me observaba, había dicho en algún momento anterior. Para interpretar Ovarios y pelotas se sentó en el circulo que coronaba la pasarela que se adentraba en la pista, entre el público; ondeó una bandera chilena con el nombre de SFDK que le ofreció alguien y nos pidió luces. Miles. Miles de puntos blancos levantaron tal luminosidad en todo el estadio que hicieron empalidecer a la bellísima luna llena que nos acompañaba. ¡Qué gran noche!

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