Alba Molina | crítica
No lo es ni pretende serlo
Fest
"Siempre me han dicho que parecía que llevase a una vieja dentro. Ahora es el momento de sacarla", bromea el actor Selu Nieto (Sevilla, 1987) a propósito de Soledad, una obra en la que invoca a su abuela en escena y que interpreta en el Teatro TNT, dentro de la programación del Fest, el sábado y el domingo. Su familiar, recuerda Nieto con amargura, "murió sola", pero este espectáculo quiere dejar atrás estados como el aislamiento o la incomunicación y "trata de acompañar, de cuidar y entregarse completamente al otro".
"Más que quedarme en algo personal, algo onanista en cierta manera, quería hacer algo muy universal", cuenta Nieto, un actor curtido en las tablas y célebre por la serie El secreto de Puente Viejo. "Me daba la impresión, especialmente después de la pandemia, de que había una tristeza generalizada en el ambiente. En las personas de mi alrededor sentía la necesidad de hablar y de ser escuchadas. Y eso me recordaba a mi abuela".
El intérprete, también autor y director, toma algunos rasgos de su familiar como la bondad –"era una de esas mujeres que se sacrificaba por los demás y no pensaba en sí misma"– pero juega "con otros elementos para la dramaturgia". En el cuerpo de Nieto se alternan –el teatro permite ese reencuentro– la anciana y el joven, pero Soledad aviva también muchos recuerdos en los espectadores. "Tras la obra mucha gente me dice que ve a su abuela o a otro familiar reflejado, y las personas mayores recuerdan la relación que tiene con sus nietos. Eso ha sido muy emocionante, comprobar que la gente ríe y llora, se conmueve y se divierte".
Bajo su humor y su ternura, Soledad se pregunta sobre cuestiones como "la depresión y las alucinaciones que provocan los medicamentos, su uso abusivo". Nieto parte de un interrogante que le pesaba: cómo se puede soportar la tristeza. "A qué se agarra uno, si a la medicación, a la fe, a los amigos. Y qué se hace si la tristeza no se puede compartir, porque hoy somos más sensibles al asunto de la salud mental, pero durante mucho tiempo había que mostrarse fuerte para que no te trataran como a un loco".
El actor, reconocido con premios como el Lorca y el Escenarios de Sevilla, ha tenido como "compañeros de viaje" a Emily Dickinson y Chopin, "con los que estuve a diario para la escritura, para los ensayos. Me parecían inspiradores los poemas de ella, y encontraba además cierto paralelismo entre el enclaustramiento de la poeta con la soledad de mi abuela".
Nieto, que trabaja en una serie "de una plataforma importante de la que no se puede contar nada", albergaba la idea de Soledad desde hace años, pero "lamentablemente murió mi padre [el músico José Luis Nieto, integrante de bandas como Reincidentes y Extremoduro], y de repente había un muerto más importante del que hablar", dice sobre En una nube, la pieza que estrenó en el Teatro Central el pasado año. Un tributo que reivindicaba las ganas de reír, la herencia de su progenitor que él perpetúa: "Yo soy muy vitalista", concluye, "aunque los temas que trate sean duros".
Con el lema de En el limbo. Un año más. Vuelve Fest, el Festival de Artes Escénicas de Sevilla (Fest) ofrece desde este jueves y hasta el día 16 “una amplia instantánea de la escena actual”. 35 funciones de 21 compañías, procedentes de lugares como Cataluña, Extremadura, Noruega o Costa Rica participan en una programación que pasará “de la comedia al neu-cabaret, del teatro de género al social, del texto al movimiento y la danza”, adelantan desde la cita. Todo puede pasar en el Fest: Al Tran Tran sorprenderá con un homenaje a las ondas improvisado a partir de las propuestas del público en Platea Odeón Imperdible y Proyeto Cultura advertirá del bullying y defenderá el amor a uno mismo y a su cuerpo en Menina (soy una puta obra de Velázquez), en La Fundición.
El costarricense Andy Gamboa, que presenta en Viento Sur Memoria de pichón, un “biodrama en el que narrará su relación con su padre”; la compañía Mono Habitado, que regresa al festival con la comedia Terrícolas, en la Sala Cero; o Alberto Velasco, artífice de “una pieza de danza en la que se habla”, un espectáculo “de humor en el que se llora y un drama en el que hay playbacks y clases de cocina, Sweet Dreams, en TNT, son algunos de los invitados los primeros días del Fest.
Uno de los atractivos de este fin de semana será, el domingo en La Fundición, Magüi Mira Molly Bloom de Pentación Espectáculos y Mirandez Producciones. En 1980, Magüi Mira encarnó a Molly Bloom, mítico personaje de la novela de James Joyce. Hoy, cuarenta años después, las mismas palabras escritas por Joyce, vuelven a ser interpretadas por la actriz valenciana, que con sus 79 años nos acerca a una nueva Molly con un texto repleto de amor y humor.
Además, la compañía Recursos Humanos propone un estreno absoluto en Viento Sur, Silencio, que parte de una singular premisa: “¿Qué pasa cuando alguien, por fin, encuentra el silencio, pero se ve invadido por el ruido de los años taladrando su cabeza?”. Entretanto, en Sala Cero, el dúo cómico Las Raras retoma a sus personajes Remedios y Angustias en Las Empoderaras, y Calladitas estáis más guapas mostrará en Platea Calladitas Show, un espectáculo “divertido, feminista y rompedor”. La programación completa se puede consultar en la web www.sevillafest.com.
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