El sarao más divertido del Barroco

Femàs'13. Programa: Obras de Juan Arañés, Marco Uccellini y anónimo peruano. Intérpretes: Mercedes Hernández (soprano), Marta Infante (alto), David Hernández (tenor), Guadalupe del Moral (violín), Oriol Aymat (chelo), Manuel Vilas (arpa). Guitarra barroca y director: Rafael Bonavita. Fecha: Viernes, 15 de marzo. Lugar: Espacio Santa Clara. Aforo: Casi lleno.

Más allá de su Sarao de la Chacona, uno de los greatest hits del barroco hispánico, la obra de Juan Arañés era una auténtica incógnita, casi tanto como la vida de este huidizo compositor, del que apenas si tenemos pequeños girones que ocultan mucho más de lo que aventuran. Gracias a las investigaciones y al trabajo de edición de Màrius Bernadó disponemos hoy día del escaso corpus musical de Arañés, formado por las doce composiciones publicadas en Roma en 1624 y otras seis recopiladas en el Cancionero de la Casanatense. Un ramillete de gran interés, porque atestigua para fechas tempranas las primeras idas y vueltas de ritmos entre la Península y las Indias, con la primera chacona completa documentada, además de evidenciar la frescura y la apertura de las músicas palaciegas en las que convivían en armonía los ritmos de la calle con los deliquios poéticos más culteranos.

El grupo Nuevo Sarao supo entender a la perfección ese carácter festivo, a veces refinado, a veces popular, de los tonos y villancicos de Arañés, con versiones frescas y vitalistas sustentadas sobre un imaginativo acompañamiento instrumetal. En las introducciones y los interludios destacaron especialmente el arpa de Manuel Vilas (el mejor especialista en el arpa barroca española) y el violín de Guadalupe del Moral, rutilante en los ornamentados y virtuosos pasajes de Uccellini. Del trío vocal cabe subrayar especialmente su esfuerzo por articular la pronunciación y hacer comprensible los textos, añadiendo a ello una gran variedad de recursos retóricos, de regulaciones y de inflexiones que dotaron de sentido expresivo y musical a las palabras cantadas. A destacar la belleza de timbre y la expresividad del canto de Mercedes Hernández y la especial profundidad y redondez de la voz de Marta Infante, sorprendentemente flexible y clara para ese tipo de voz.