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Sara Baras

La artista ofrecerá el espectáculo 'Vuela' desde el jueves, 19 de diciembre, hasta el domingo 22 en el Cartuja Center con el que celebra los 25 años de su compañía homenajeando a Paco de Lucía

Sara Baras en el festival de Musica y Danza de Granada, el pasado junio. / Antonio L Juárez

Sara Baras (San Fernando, Cádiz, 1971) no necesita presentaciones. Es un referente que habla con pasión sobre el flamenco, sobre la compañía que dirige desde hace 25 años y sobre su gran maestro: Paco de Lucía. Vuela es un sentido homenaje al guitarrista eterno. Un espectáculo que lleva la esencia del algecireño en cada detalle. Desde las luces a las coreografías. La bailaora se coronó con Vuela el pasado marzo en el Cartuja Center (Sevilla) y volverá a repetir la gesta durante cuatro fechas seguidas. Del 19 al 22 de diciembre.  

Pregunta.Su primer acercamiento al maestro fue muy peculiar. Se coló en un concierto que ofreció en Tokio argumentando que era su sobrina.

Respuesta.(Risas) El otro día Casilda [mujer de Paco de Lucía] contaba que nos conocimos cuando tenía nueve años. De eso no me acordaba. El primer recuerdo que tengo fue cuando él tocó en Tokio y yo intenté colarme por la puerta de artistas a la hora de la prueba de sonido. Intenté decirle al de seguridad que era su sobrina y que tenía que entrar. En ese momento, pasó Paco y me escuchó. Abrió la puerta y le dijo al pobre japonés: no ves que es mi sobrina, que nos parecemos. Nos conocíamos de Cádiz, pero a partir de ahí, siempre me llamó sobrina y he tenido la suerte de fraguar una amistad muy bonita.

P.Usted ha defendido que el guitarrista fue uno de los grandes responsables de la internacionalización del flamenco. Un género que no era de masas.

R.Hay una generación de maestros que han hecho muchísimo por defender que el flamenco era un arte grande. Paco de Lucía ha sido el principal, pero ahí están Carmen Amaya, Antonio Gades, Sabicas... artistas que han abierto las puertas del flamenco al mundo. El respeto y cariño que se tiene ahora por este género es gracias a ellos. Y, en este caso, al maestro Paco de Lucía que ha sido uno de los más grandes que ha dado nuestra historia.

P.Fue uno de los grandes defensores de introducir el cajón en el flamenco.

R.Sí. Durante una gira por Latinoamérica descubrió el instrumento en una ciudad de Perú y lo introdujo. Ahora vemos que el cajón es algo muy flamenco y muy de siempre, pero no, aparece gracias a él. Pasó lo mismo con las fusiones que hizo a partir de otro tipo de registros. Siempre mantuvo su identidad, pero se mezcló con todo tipo de músicos internacionales. La fuerza y la identidad de este arte, que nunca se debe olvidar, tienen una enorme capacidad para dejarse llevar y conquistar por otros artistas igual de grandes que Paco. El flamenco es mucho más abierto que antes.

P. Su espectáculo está compuesto por 15 números que se dividen en cuatro actos: madera, mar, muerte y volar.

R.Vuela celebra los 25 años de compañía y, encima, privada. Algo que no podría suceder sin el público. Además, lo hace con un homenaje a Paco de Lucía por lo que supuso como artista y como maestro. Pero también como un agradecimiento personal, porque él ha formado parte de nuestra evolución. Está divido en cuatro actos, porque cada uno representa lo que queríamos contar y compartir. Empieza por madera, dedicado a la tradición y al ritmo con números dedicados a recordar que tenemos los pies en la tierra. Mar homenajea a nuestra tierra y a Cádiz con coreografías llenas de batas de cola que simulan el agua. En cuanto a la muerte, me marcó mucho la de Paco y la de mi padre por todo lo que me han enseñado. Y, por último, no hay mejor manera de celebrar la vida que a través de los sentimientos, la música y el baile. El último acto es el volar dedicado al maestro que invitar a sentir todo lo positivo de nuestro arte y de la vida.

P.Elegir el repertorio no habrá sido tarea fácil. Además, tengo entendido que lo han reinventado.

R.Pues mira, en las primeras conversaciones que tuve con Keko Baldomero, el director musical de la compañía, le pedí que hiciera la música y hay una parte con composiciones dedicadas a Paco a partir de todo lo que nos ha enseñado. Ahí Baldomero está increíble, porque se siente al maestro en cada nota. En otros momentos se tocan detallitos de Paco, pero es más una obra dedicada a él que un espectáculo sobre él. Además, está todo lleno de detalles en el vestuario, las coreografías, el guion y las palabras. Todo el tiempo está presente, pero más su influencia que su música.

P.Ha comentado que celebran los 25 años de la compañía, ¿es más difícil crear un sello propio o mantenerse en el panorama?

R.Ambos puntos son muy interesantes. Mantener una compañía privada tanto tiempo es realmente complicado. Por eso no tengo palabras suficientes para agradecer al público. Además, respeto al artista que se mantiene en lo que le funciona, pero no es nuestro caso. Nosotros hemos intentado subir un escalón en cada obra. En el riesgo está la oportunidad de reinventarte, crecer y seguir avanzando. Se trata de aportar tu personalidad desde el respeto más grande a la tradición. Es muy difícil crear tu propio sello y me siento muy orgullosa de ello, porque no hemos bajado la guardia.

P.Como referente que es, ¿cómo ve el panorama?

R.Hay muy buenos artistas, nivel e ideas. Ya te puedes imaginar el tiempo que tengo de ver a compañeros con 100 funciones al año... pero estoy al día y me parece que el flamenco está muy arriba gracias a los maestros de siempre como Paco que se combina con muchas ganas de hacer cosas. Además, el público tiene muchas ganas de ver cosas bonitas. Me parece que el flamenco está viviendo un momento maravilloso.

P.Ha defendido que "el flamenco no va de entender, sino de sentir", pero es una realidad que convive con ese público que no se acerca al género por temor a no comprenderlo.

R.Te puede pasar con otro tipo de manifestación. Puedo no saber de pintura, pero sí quedarme impresionada delante de un cuadro. El flamenco es un arte que no tiene pasaportes ni fronteras. Va directo al corazón y si te dejas llevar no hace falta más. Antiguamente, se decía si no entiendes este género no vayas, porque no te enteras. Es un error. Puedes sentirlo y, a partir de ahí, comienza tu historia con este arte. Tiene una variedad enorme de artistas y de registros. Me parece muy acertada la frase de que el flamenco no va de entender, sino de sentir y ya nosotros nos encargamos de enamorarte.

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