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Lo que no sale en 'El Padrino'

Íñigo Domínguez cuenta la historia de la mafia en un libro brillante, irónico y divertido, compuesto sobre la base de sus artículos periodísticos

En 'Donnie Brasco', Johnny Depp encarna al policía infiltrado que se hace amigo del mafioso al que da vida Al Pacino.
Fernando Pérez Ávila

13 de abril 2014 - 05:00

Crónicas de la mafia. Íñigo Domínguez. Libros del K.O. Madrid, 2013, 432 páginas. 18,90 euros.

Uno puede pensar que tiene alguna idea de la mafia porque se sabe de memoria diálogos de El Padrino, porque se ha hinchado a ver películas de gángsters, de distintas épocas y casi todas americanas, o porque se ha leído decenas de novelas negras que contienen descripciones de los más horrendos crímenes. Como la realidad siempre es superior a la ficción, cualquier mafiólogo avezado que lea un libro como Crónicas de la mafia no dejará de sorprenderse. Y lo disfrutará enormemente. Cualquiera al que no le interese la mafia lo más mínimo se indignará al conocer cómo desaparecen pruebas o se dilatan procesos judiciales, pero disfrutará de la lectura igualmente.

Del autor, Íñigo Domínguez, se sabe que es el corresponsal de El Correo en Roma, puesto en el que lleva desde el año 2001. Que antes de llegar a Italia ha trabajado en Venezuela, Grecia y los Balcanes; que ha sido "algo tan inverosímil" como enviado especial a las Seychelles, que, "pese a la presión social de la última década, nunca se compró un piso". Los entrecomillados son de la solapa del libro, donde también se dice que esta es la primera aventura editorial del autor. Lo que no viene en la solapa es que el tipo tiene un blog que cuenta con un más que notable seguimiento y que, por tanto, obtiene una cierta repercusión en el mundo global pese a que es "refractario a Twitter".

Crónicas de la mafia, publicado por la editorial Libros del K.O., es una obra construida a partir de los artículos periodísticos de Domínguez, actualizados y ampliados, sin la limitación de espacio propia de un periódico. En ellos se cuenta la historia de la Cosa Nostra, tanto en Italia como en Estados Unidos, se detallan los principales hitos en la lucha contra la mafia, se relata la vida de los principales capos, las negociaciones entre mafiosos y el Estado italiano, los atentados, las venganzas, las guerras entre clanes, la corrupción política, los tentáculos de la mafia en las más altas instancias judiciales, la quijotesca lucha de unos cuantos jueces, fiscales y policías honrados empeñados en limpiar un sistema podrido...

Domínguez se mete a fondo. Baja a las cloacas del Estado y se mancha. Y tira de ironía y de sentido del humor para contar cómo la mafia quiso hacer de la Cuba precastrista un país a su medida (sí, esto sale en El Padrino). Dedica bastante espacio a destripar las relaciones entre el Vaticano y la mafia (sí, esto también sale en El Padrino) y sigue el rastro del dinero, que termina conduciendo a cuentas en paraísos fiscales, testaferros, empresas ficticas, a una misteriosa logia masónica y a banqueros bajo sospecha. Y a primeros ministros. Lo que no aparece en El Padrino es la palabra mafia. Domínguez explicará por qué.

Y, por verdadera mala suerte (modo ironía on en todo el libro), Silvio Berlusconi aparece al final de ese sucio camino. El capítulo dedicado a Il Cavaliere es brillante, "vale por una enciclopedia", como dice Enric González en el prólogo (de una página, claro, no esperen que González se explaye). Domínguez trata de responder a los grandes enigmas que rodean a Berlusconi, sobre todo el origen de su fortuna y sus éxitos en las elecciones. Otro que pulula por todo el libro es Giulio Andreotti, junto con varias decenas más de políticos italianos del último medio siglo.

A lo largo de estas crónicas, el autor se apoya en los testimonios de los arrepentidos, en informes policiales, en sentencias de los tribunales y en artículos de prensa, que con frecuencia aparecen en notas a pie de página. Meritorio es el capítulo dedicado a Donnie Brasco, el agente del FBI que pasó seis años infiltrado en la mafia y facilitó decenas de arrestos. "Si alguna vez se sienten puteados en el trabajo o creen que soportan demasiada presión, piensen en Donnie Brasco", dice.

Igual de destacables son las piezas dedicadas al juez Falcone y Paolo Borsellino, al arrepentido Tomasso Buscetta o a los capos corleoneses Toto Riina y Bernardo Provenzano. Por si fuera poco, el libro incluye una filmografía comentada en la que figuran más de 200 películas, algunas de ellas bastante desconocidas. Volviendo a citar partes del prólogo, "¿qué quiere saber?". "¿Si el libro vale la pena? Deje estas líneas ahora mismo y empiece con el texto de verdad. Sí, el libro es magnífico. De verdad. Es un auténtico placer". Palabra de Enric González.

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