"Hay que saber distinguir entre edición e interpretación"

Música antigua

Heredero de Cinco Siglos, uno de los grupos más reputados de la música antigua andaluza, Aquel Trovar se presenta con un disco dedicado a canciones del Renacimiento

Aquel Trovar: José Ignacio Fernández, Antonio Torralba, Delia Agúndez y Daniel Sáez.
Aquel Trovar: José Ignacio Fernández, Antonio Torralba, Delia Agúndez y Daniel Sáez. / Aquel Trovar
Pablo J. Vayón

09 de octubre 2017 - 06:00

La ficha

'Canciones de la vieja europa'. Aquel Trovar. Fonoruz.

Antonio Torralba fue miembro fundador de Cinco Siglos, conjunto cordobés que dedicó la mayor parte de su trayectoria a la interpretación instrumental de la música medieval y que desapareció en 2016, cumplido el cuarto de siglo de vida. "Me cuesta aún ver con perspectiva todas las causas de la disolución. En esencia, se trataba de dificultades de orden personal para encajar los distintos proyectos vitales dentro del proyecto del grupo", afirma. En sus últimos años, el conjunto cordobés se había internado en la interpretación de la música renacentista y barroca, una perspectiva que adopta Aquel Trovar, nacido de aquel naufragio en formato de cuarteto: además de Torralba (flautas y otros instrumentos de viento), José Ignacio Fernández y Daniel Sáez (cuerdas pulsadas y frotadas) y la soprano Delia Agúndez.

-¿Nace Aquel Trovar con la voluntad, que ya tuvo Cinco Siglos, de mantener la estructura fija del grupo?

Aunque había diferencias, la música del Renacimiento fue en gran medida un estilo internacional"

-Nace con la misma voluntad. Nos resulta interesante trabajar a diario en el mismo proyecto de manera que el grupo vaya teniendo un color y personalidad propios. En principio, vamos a ser siempre los mismos. Hay tantos buenos músicos de todas las especialidades que es una tentación contar con unos y con otros para determinados proyectos, pero no será esa nuestra línea de trabajo. Queremos profundizar con procesos más largos.

-Su primer disco presenta la música como primer nexo de unión de Europa.

-Aunque a veces se resaltan las diferencias estilísticas entre los diferentes países, lo cierto es que la música del Renacimiento fue en gran medida un estilo internacional. Los viajes de los músicos, la presencia de algunos de ellos en diferentes cortes usando diversos idiomas, la inclusión en los cancioneros de piezas de varias procedencias contribuyeron a la creación de ese estilo común. Canciones que, con diferentes nombres según el país (frottola, villancico, consort song, chanson, ayre, lied…), son en esencia muy similares: gusto por formas procedentes del virelai, textura predominantemente homofónica, vivacidad rítmica…

-Dan especial importancia al idioma, que estructura el CD, ¿por qué ese orden de las piezas?

-Nos hacía ilusión poner juntas canciones en ocho idiomas distintos pero estilísticamente muy emparentadas. Ordenarlas así destaca esa variedad de las lenguas. Hemos querido hacer hincapié en el aspecto literario de las canciones. Por eso hemos revisado mucho los textos, recompuesto versos que faltan en alguna de ellas (Pámpano verde), hecho intentos de pronunciación histórica (aspecto novedoso en Come again, por citar un ejemplo) e incluido versiones poéticas en español (a cargo de Rafael Herrera) al final del libreto.

-Muchas de las canciones se unen con las glosas que de ellas se hicieron, ¿pretendían apuntalar esa idea de la internacionalidad de la música?

-Exacto. Buena parte de las canciones han sido seleccionadas por sus largas y anchas vidas. Largas, como en el caso de The three ravens que nació seguramente siglos antes de que Ravenscroft la publicara y pervivió hasta casi hoy. O el caso de Pámpano verde, rastreable también en el folclore… Anchas, como en el caso de Come again, Tant que vivray, Mille regretz, Ruggier… que aparecen glosadas y sin glosar en lugares muy diversos.

-De repente, el concepto de autenticidad se ha vuelto a poner de moda. ¿Qué significa para usted y qué lugar le otorga en su trabajo?

-Recuerdo que en una entrevista el fallecido Frans Brüggen decía entender el concepto de autenticidad en el sentido muy general que se usa referido a una persona: esos amigos de los que decimos que son auténticos. La autenticidad es una aspiración para nosotros irrenunciable pero hay que saber distinguir entre una edición de una partitura y una interpretación. Esta última tiene mucho de sugerencia creativa.

-¿Se dejan llevar por la fantasía improvisatoria en el concierto o prefieren llevarlo todo bien atado?

-Una de las cosas que pone límites a los empeños exagerados de autenticidad es precisamente el concierto (también el disco) por cuanto inevitablemente saca de contexto las músicas (todas, pero especialmente las históricas). Con Cinco Siglos, en el repertorio medieval sobre todo, hacíamos cosas de improvisación. En este repertorio, ahora, hay piezas en las que dejamos un cierto margen. Pero, en general, no hacemos glosas improvisadas, sino previamente escritas. Y en este sentido quiero resaltar el trabajo de Daniel Sáez, que hace estos arreglos y coordina las sugerencias de los demás.

-¿Sigue siendo el disco instrumento imprescindible para el músico?

-Probablemente menos de lo que los músicos creemos. Pero… nos gustan los discos. A mí al menos. Como objetos también. Hemos intentado hacer un librillo y un disco bonitos. Muy artesanal en muchos aspectos. Lo hemos hecho como presentación del grupo, pero también y sobre todo porque nos atraían enormemente los contenidos que pensábamos incluir: las canciones (algunas son historias maravillosas) y su música, las imágenes de pájaros de la fotógrafa Sasa Gyökér, la idea de poner juntas canciones de toda Europa…

-El coste de un CD no es baladí. ¿Se hacen discos porque se espera que con ellos salgan conciertos?

-A base de artesanía, y empeño, lográbamos con Cinco Siglos producciones muy ajustadas de coste que lograban, como mínimo, costearse e incluso a veces sufragar otros empeños menos rentables. Pero sí, también los discos se hacen para darse a conocer y que salgan conciertos. Ese asunto de los conciertos está sanamente muy difícil: hay mucha competencia.

-¿Tienen nuevos proyectos o piensan ahora sólo en promocionar el CD?

-Hacemos promoción del disco en varias ciudades (el 26 de septiembre fue en Córdoba y el 4 de noviembre será en Madrid), pero ya estamos con otros proyectos también. En especial, dos. Queremos continuar algo que empezamos con Cinco Siglos y de lo que en este disco nuevo hay un par de pinceladas: seguir explorando exhaustivamente las piezas menos interpretadas hoy del Cancionero de Palacio. El otro es un proyecto de música medieval: queremos completar -y quizás grabar- un programa que ya hemos hecho un par de veces sobre música de la devoción a la Virgen en la Baja Edad Media.

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