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Blade Runner
El cine, visualmente, lleva más de un siglo dejando imágenes impactantes, dolorosas, hilarantes, sensacionales, espeluznantes... Pero es la palabra lo que le da sentido a todo. Frases como Juro por Dios que no volveré a pasar hambre; Yo soy tu padre; o Soy Íñigo Montoya. Tú mataste a mi padre. Prepárate a morir han quedado impregnadas para siempre en el imaginario colectivo.
Pues bien, el principal legado del fenecido Rutgerus Oelsen Hauer, más conocido como Rutger Hauer, es aquel monólogo descarnado en el clímax del clásico de la ciencia ficción Blade RunnerBlade Runner (1982) que miles de personas se saben de memoria. Y tiene mérito porque, como pueden comprobar a continuación, contiene términos de astronomía y del género fantástico: "He visto cosas que vosotros jamás creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión; he visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir".
La música de sintetizador de Vangelis subraya ese momento eterno en el que Harrison Ford mira incrédulo cómo el replicante Roy Batty fallece perdonándole la vida, un sentimiento muy humano para un robot. En la película Soldier (1998), el soldado Todd O-POS 3465 lleva tatuadas en el brazo las batallas en las que ha participado, figurando la de la (ficticia, claro está) Puerta de Tannhäuser.
La voz potente y grave de Hauer en la versión original es buena, pero el doblaje de Constantino Romero es excelente. Todos los astros se alinearon para que ese monólogo se convirtiera en un instant classic. Incluso la anécdota: La mejor frase de ese speech no es del guionista.
Aunque las versiones iniciales del monólogo fueron escritas por David Webb Peoples, la forma final en la que aparece en la película contó además con la aportación del actor Rutger Hauer, quien la noche antes de rodar eliminó algunas líneas del guion original y agregó "will be lost in time, like tears in rain", pues las del guion le parecían demasiado extensas para ese momento. Otras versiones alternativas del soliloquio fueron rodadas, aunque esta fue la que se mantuvo en el montaje finalmente estrenado.
Hauer apareció también en la película que le abrió las puertas de Hollywood dirigida por Paul Verhoeven Delicias Turcas (1973), Soldaat van Oranje (1977), Halcones de la noche junto a Stallone (1981), Clave: Omega (1983), Lady Halcón (1985), Los señores del acero (1985), The Hitcher (1986), Escape de Sobibor (1987), Confesiones de una mente peligrosa (2002), Sin City (2005), Batman Begins (2005) o Valerian y la ciudad de los mil planetas (2017). En 1988 recibió un Globo de Oro por Escape de Sobibor.
Cine y realidad se han dado la mano con el fallecimiento de este embajador holandés de la cultura popular, un bon vivant que exprimió la vida hasta el límite de sus posibilidades: Hauer ha muerto en 2019, el mismo año en el que perece Roy Batty, su papel más icónico. Y la única lluvia que cae es la del llanto de una legión de fans por todo el mundo.
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