Rómulo y Remo reavivan entre risas su vieja enemistad
'Rómulo vs. Remo'
Oriolo y Solano estrenan en Itálica un espectáculo sobre los fundadores de Roma que dirige Gregor Acuña-Pohl
La historia de Rómulo y Remo, los fundadores de Roma, podría brindar una reflexión sobre el cainismo o inspirar una historia épica sobre la ambición, pero el director Gregor Acuña-Pohl y los cómicos Oriol Boixader y Mané Solano han preferido apostar por el lenguaje del clown y la risa para contar los accidentados orígenes romanos. El equipo preparaba otro espectáculo para el Festival de Payasos de Cornellà, una cita que finalmente ha cancelado su próxima edición, cuando pensó presentar algún proyecto al ciclo Anfitrión que organiza la Junta de Andalucía, y ahí vislumbró el juego que daban "esos dos hermanos que se llevan fatal, hasta el punto de que uno de los dos matará al otro y se convertirá en el rey de Roma". Rómulo vs. Remo, un montaje "trepidante" que viaja al 754 a.C. para demostrar que "el error y la estupidez" estuvieron desde siempre ligados a la condición humana, se representa hoy y mañana a las 22:30 en el Teatro Romano de Itálica.
Por las colaboraciones que había tenido ya con ellos, Acuña-Pohl sabía que la suma de los talentos de Boixader, que se presenta con el nombre artístico de Oriolo, y Solano daría lugar a una combinación explosiva. "Los dos son fabulosos, no sabría decir cuál es mejor", opina. "Uno es más payaso de circo, el otro más de teatro. Pero cuando se encuentran en el escenario se enriquecen el uno al otro en un diálogo muy bonito", comenta el director, que no descarta que el dúo pase algún día a ser un trío con su incorporación al reparto. "Pero necesito recuperarme de los palos que le han dado a la profesión, no tengo ánimo para montar nada nuevo como actor. Te llevas meses ensayando e igual salen tres bolos. Los actores y los productores de una obra dependen de esas funciones", lamenta. En la dirección, faceta que el protagonista de obras como Esperando a Godot o Lola en soledad ha cultivado últimamente gracias a Liliak, con Mané Solano, y Mata-Hari, con Rosario Lara, Acuña-Pohl puede desarrollar la misma creatividad sin la frustración que genera esperar a que te programen. "Me apasiona poner en pie un proyecto, me entrego", asegura.
Y Rómulo vs. Remo promete "una hora y cuarto de diversión para todos los públicos", un homenaje al circo y al clown "con números de toda la vida que funcionan" y que contará entre otros atractivos con la interpretación en directo de una orquesta. "Sinceramente, creo que ha sido una locura meter a cinco músicos, Oriol entre ellos, pero también será un placer oírlos tocar un repertorio muy de película de Woody Allen".
En los ensayos, Acuña-Pohl ha visto cómo se avivaba su amor por la figura del payaso, "esa criatura que, sin ser consciente, por torpeza, o siendo punk, rompe las normas y muestra de paso algo que escondemos los seres humanos. Estos días pensé en una idea por primera vez: que si actúas en una ópera o en una obra de teatro no puedes salirte de lo pactado, te cargas la función. Pero el payaso puede hacer lo que quiera, y seguramente funcionará. El suyo es el territorio de la libertad".
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